Fue en 1995 cuando el espectacular escocés Colin McRae ganó el Campeonato Mundial de Rally, los amantes de esta disciplina del automovilismo mundial comenzaron a brotar desde todos los rincones del planeta. El rally, por entonces llegaba con sus carreras a rincones a los que el resto del automovilismo no lo podía hacer, gracias a su intrínseca característica de correr en caminos, y no necesitar autódromos para poder competir.
Así, gracias al rally, países como Nueva Zelanda, Kenia, Indonesia o Grecia, tenían la posibilidad de ver en sus territorios a los mejores pilotos y autos de rally del mundo, y países como Argentina o Suecia, ante la ausencia de la Fórmula 1, también disfrutaban de una prueba mundialista.
Tal vez por eso será que si un piloto carismático y espectacular en su estilo de manejo, y un auto de carreras, por su desempeño pero también por su diseño, se juntaban, podía pasar lo que pasó con el Subaru Impreza y Colin McRae.
Alguna vez, el múltiple Campeón Argentino de rally, Gabriel Raies, corriendo una de las ediciones de esos años del Rally de Argentina, finalizó un tramo de velocidad y contó a cualquiera que quisiera escuchar, que a lo largo de los primeros kilómetros, había ido encontrando partes de un auto azul eléctrico en varias curvas, hasta que después de unos minutos, al que encontró fue al auto del escocés, con las cuatro ruedas apuntando al cielo. Así era Colin McRae, atrevido y audaz, y aunque dejó de correr para Subaru en 1998, luego de un campeonato y tres subcampeonatos de mundo, la imagen del piloto y el auto nunca se pudieron disociar.
Prodrive es la empresa que tenía a su cargo la gestión deportiva de Subaru en el Mundial de rally. La relación nació con la década del 90, cuando el modelo era el Legacy RS, pero a partir de 1995, con la llegada del Impreza, comenzaron los éxitos que terminaron dándole a la marca japonesa, tres títulos de pilotos y otros tres de constructores.
Para festejar los 30 años desde la primera victoria en el Rally de Nueva Zelanda de 1993, Prodrive ha decidido lanzar una nueva versión del Impreza 22B, aquel que era de dos puertas, y que compitió entre 1997 y 1998. Se llamará Subaru P25, y no será un auto de carreras sino un auto para andar legalmente por las calles.
El P25 utilizará un motor de cuatro cilindros turbo de 2,5 litros, capaz de entregar 400 caballos de potencia, la cual se trasladará al piso a través de una caja de cambios semiautomática de 6 marchas con paletas en el volante. El auto, naturalmente, incorporará tecnología actual como muchos paneles de fibra de carbono para mantener el peso en un nivel bajo y competitivo.
Algunas de las personas que trabajaron en el auto de rally de los últimos años de la década del 90, han sido parte del proyecto del P25. De hecho, su diseñador original, Peter Stevens, fue quien definió el diseño de la nueva versión, y David Lapworth, el Director técnico de la marca, se ocupó de la ingeniería, así como lo había hecho en el auto original.
“El 22B Impreza original se considera el más icónico de los Subaru y es muy buscado. Queríamos mejorar todo lo que hizo que ese automóvil fuera tan especial aplicando la última tecnología para crear nuestra propia interpretación moderna de un automóvil que se estableció en un lugar en la historia del automovilismo”, dijo el presidente de Prodrive, David Richards.
Se anunció que habrá solo 25 ejemplares del Subaru P25. Se presentará en el Goodwood Festival of Speed en este mes de junio, aunque las entregas comenzarán justo antes que termine 2022.
Es una moda, pero es una linda moda. Hacer autos tributo que devuelvan la vida, aunque más no sea a través de una versión moderna a aquellos vehículos que marcaron la historia, es un homenaje a estas verdaderas obras de arte de la ingeniería.
SEGUIR LEYENDO