Mientras el Espectre se hace esperar para darle la bienvenida a los autos eléctricos en una de las marcas más glamorosas del mundo del automóvil, en Rolls-Royce siguen refinando el lujo de sus exclusivos modelos, porque eso está en su esencia.
No hay que olvidar que 2021 fue el auto en que más “Rolls” se vendieron en la historia de la marca, así que no hay que descuidar al cliente, que por cierto, debe ser el más exigente entre todos los que gastan millones en sus autos.
Así fue como el Phantom, el modelo más exitoso de la firma inglesa que ahora pertenece a BMW Group, y que ya tenía ocho generaciones, recibió una nueva actualización para dar vida al Phantom Series II. Pero las actualizaciones no son de tecnología, como puede pasar con tantos modelos que desarrollan evoluciones periódicamente. En el caso del Series II, se trata de sutiles detalles de lujo y confort, que es lo que más se aprecia de un Rolls-Royce.
Hay algo curioso que ocurrió con los clientes y este modelo. Cuando se conoció que habría una nueva generación del Phantom, muchos clientes, con quienes la marca tiene trato directo y personal, pidieron que no se hagan cambios muy profundos. De modo que las novedades, son realmente sutiles.
La tradicional parrilla “tipo panteón” tuvo algunos retoques como incorporar una línea cromada que conecta las luces desde sus extremos. Además, esa parrilla está ahora iluminada como se hizo anteriormente con el modelo Ghost, y las ópticas están adornadas internamente con intrincadas luces de estrella en bisel cortadas con láser.
En la vista lateral, las líneas siguen siendo las mismas con poco voladizo adelante y bastante más detrás de las ruedas posteriores, y precisamente en las llantas radica otro de los retoques, ya que se lo ha dotado de nuevos diseños. Una opción es la llanta de acero inoxidable fresada en 3D con facetas triangulares, disponible con un pulido parcial o total. En tanto también se puede acceder a una llanta tipo disco, en la que no hay rayos ni abertura alguna, para representar las ruedas de los Rolls-Royce Silver Ghost de 1920. Puede ser pulida en acero o en laca negra.
En el interior, el Series II rescata una vieja versión especial que se vio por primera vez en 2015. Es una versión que se denomina Platino, y que consiste en un paquete estético que aclara todo el auto hacia el color blanco perlado. El interior tiene tapicería de seda, cuero fino y fibras de bambú, todas con acabado lustroso de color blanco con algunas opciones alternativas. En algunas zonas del habitáculo, se incorpora un patrón texturizado en tapizados y en medio del tablero, una joya que gana el espacio: un reloj de cerámica impreso en 3D. Por último, y no menos importante, el techo con la luz de las estrellas transforma la vista superior desde los asientos, en una constelación sutil y elegante.
Mecánicamente tampoco hay novedades con la Series II. El Rolls de nueva generación tiene el mismo motor de gasolina V12 biturbo de 6.75 litros de cilindrada, que entrega una potencia de 570 CV con un torque de maravillosos 900Nm, asociado a una caja de velocidades automática ZF de ocho marchas.
No hay precio aún, pero para quien quiera uno, seguramente ese no será un tema que deba averiguar antes de encargar su propia versión personalizada.
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