Desde el año 2017, el caucho ha entrado a la lista de materias primas en crisis de abastecimiento. Las razones son varias, entre las cuales se encuentran el ataque de enfermedades como el hongo Microcyclusulei, el aumento de las reacciones alérgicas que el látex produce y la especulación con otras especies más rentables en países donde hasta la fecha el caucho (Hevea brasiliensis) era el cultivo principal.
Una de las especies naturales que podría ser el perfecto reemplazo del caucho natural es el Guayule, técnicamente Parthenium argentatum. Se trata de una planta perenne de 50 a 100 cm altura con necesidades de riego que varían entre los 250 y los 450 mm de lluvia en verano y se desarrolla en un rango de temperaturas que va desde los -23º C hasta los 49º C, lo cual la hace perfectamente adaptable a gran parte de los climas del mundo entero.
Ya un par de años antes, en 2015, Ford Motor Company empezó a trabajar en la utilización de Guayule para reemplazar algunos elementos de goma de sus autos en ciertos modelos en EE.UU., como parte de la experimentación para buscar un reemplazo definitivo del cacho natural. Se probó en burletes de puertas y parabrisas y luneta, con singular éxito.
El próximo 27 de mayo, las competencias automovilísticas volverán a demostrar que siguen siendo un excelente banco de pruebas de nuevas tecnologías para la industria. Como cada año, las famosas 500 Millas de Indianápolis tendrán dentro de su programación varios eventos que forman parte de una semana de actividad en el clásico óvalo de Indiana. Uno de esos eventos, es el Pit Stop Competition, un concurso de habilidad y precisión que se suele celebrar entre equipos, para ver cuál cambia los neumáticos en menor tiempo. Es una competencia por eliminación, en la que participan dos equipos por vez, en dos boxes paralelos que se arman especialmente sobre la recta principal, delante de la tribuna más grande del automovilismo mundial. Y en esta oportunidad, Firestone, como proveedor oficial de neumáticos de la categoría Indycar, suministrará neumáticos fabricados con Guayule, que se diferenciarán de los convencionales por tener su banda lateral pintada de color verde.
La oportunidad servirá como exhibición del producto, una suerte de lanzamiento público, pero no se utilizarán en carrera, ya que Indy 500 es una de las carreras más rápidas del mundo, en la que el rendimiento del neumático no solo debe ser conocido por una cuestión de performance, pero especialmente de seguridad. Un defecto en las cubiertas puede ocasionar un accidente a más de 350 km/h y la goma construida con Guayule aún no tiene la cantidad de horas de test ni el desarrollo suficiente para asegurarlo. Sin embargo, esos neumáticos serán utilizados para correr apenas dentro de dos meses, cuando la categoría compita en el circuito callejero de Nashville, el 7 de agosto, donde reemplazarán al compuesto más blando de los dos que obligatoriamente deben usar los pilotos en algún momento de la competencia.
“La hevea brasiliensis, que es el árbol del que actualmente obtenemos nuestro caucho natural, es renovable, pero hemos observado la cantidad de agua que se utiliza en el proceso de fabricación, junto con el hecho de que existe cierta inestabilidad geopolítica en las áreas donde se cultiva. Con Guayule se usa mucha menos agua para producir y se cultiva en el suroeste de los EE.UU. En comparación con otras plantas que se cultivan en la región, como el maíz y la alfalfa, requiere aproximadamente la mitad del agua”, dijo Cara Krstolic, directora de ingeniería y fabricación de neumáticos de carrera e ingeniera jefe de deportes de motor de Bridgestone Americas.
La investigación de la marca utilizando Guayule para producir neumáticos comenzó en el año 2012, y en 2015, ya habían logrado un primer prototipo que se ensayó en autos de calle. Según ha anunciado Bridgestone, la intención de la compañía es producir neumáticos de Guayule en producción normal y masiva para el año 2030.
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