El precursor de las pantallas más grandes ha sido Tesla, y la razón de ser radica en el tipo de auto que es un Tesla. Un auto eléctrico, el primero 100% y únicamente eléctrico de producción masiva del mundo, que debía diferenciarse del resto de los productos de la industria en cada aspecto posible.
Adoptar una gran pantalla para manejar cualquier cosa que no fuera el volante y los pedales, era la mejor forma de asociar esa cualidad de ser una especie de computadora con ruedas era perfecto, y así lo hicieron, colocando prácticamente una Tablet en el medio del tablero en el Tesla Model S de 2012.
Desde entonces, las pantallas han sido uno de los objetos de deseo de muchos usuarios al momento de decidir el auto que comprarán. Y tiene lógica, porque en la vida misma, las pantallas han aparecido para permitir a las personas acceder a tantas cosas que parecen imprescindibles, empezando por los teléfonos celulares tipo Smartphones o teléfonos inteligentes.
Sin embargo, en esa búsqueda de proponer pantallas como equipamiento de serie de todos los autos, algunos han superado límites estéticos e incluso funcionales, que empiezan a generar rechazo.
Jean Philippe Imparato, CEO de Alfa Romeo, es probablemente una de las personas más autorizadas para hablar del tema, no por alguna cuestión personal, sino por ser el líder de una de las compañías automotrices que mayor importancia le da al diseño de cada pieza y de un concepto de elegancia para sus automóviles.
Para sorpresa de muchos, cuando se refirió al tema en septiembre de 2021, dijo tener “una visión muy particular para Alfa Romeo: el conductor. El auto debe estar enfocado en el conductor, con la menor cantidad de pantallas posibles. No vendemos un iPad con un auto alrededor, vendemos un Alfa Romeo”. Así, la casa italiana mostró su decisión de no ir por la moda de la industria y solo usará las pantallas mínimas y necesarias, pero además, las incorpora al diseño del tablero, disimulándolas en sus curvas en lugar de resaltarlas del resto del interior.
Y aunque Mercedes-Benz haya lanzado el auto con la pantalla más grande vista hasta ahora, que cubre todo el tablero desde una puerta hasta la otra en su MBUX Hyperscreen de la serie EV EQS, y BMW le haya respondido con un gran cine en las plazas traseras de su Serie 7 e i7 con una pantalla de 4K y 31 pulgadas, algo está sucediendo, incluso dentro de esas mismas marcas.
Matthias Junghanns, Jefe de diseño de interiores de la serie BMW i, lanzó el tema días atrás, durante una entrevista en vivo de Car Design News, de la que participaban también los jefes de diseño de interiores de Pininfarina, Italdesign, Polestar y Eleather.
“¿Es la pantalla grande lo que cuenta? Estoy convencido de que las pantallas gigantes pasarán a la historia, tarde o temprano”, para luego agregar que los autos seguirán siendo inteligentes, pero las interfaces aparecerán “cuando las necesites y cuando las quieras”.
En ese mismo debate, Conny Blommé, Gerente de Diseño de interiores de la marca sueca de autos eléctricos de lujo Polestar, agregó que “todo tiene su apogeo, y probablemente las pantallas también. La mayor parte del tiempo, viajas en un automóvil y disfrutas más de la vista que de las pantallas”.
De hecho, hay pantallas y pantallas. Cada día los fabricantes se esfuerzan por que sean todas táctiles y dotarlas de la sensibilidad correcta, que no puede ser tampoco extrema, porque en general, los comandos de las pantallas se accionan en movimiento, y muchas veces se termina presionando el equivocado por ese movimiento. Y esa es una distracción también para el conductor si es quién está intentando seleccionar una función. También hay un trabajo en hacerlas más simples de entender, lo que se dice pantallas intuitivas, y en ese aspecto algunos lo han logrado con mucho más éxito que otros.
Pero como bien dijo Junghanns, el avance de la tecnología podría “jubilar” antes de tiempo a las pantallas tal como se las conoce. El head-up display, por ejemplo, es el sistema que proyecta información sobre el parabrisas de modo de evitar que el conductor tenga que quitar la vista del camino. Los nuevos VW ID.3 e ID.4 lo incorporan mostrando velocidad y asistencias al conductor con una sutileza que permite conocer los datos sin que moleste en la vista del tránsito.
Y si se lleva la idea más al extremo, varios automóviles de concepto han empezado a mostrar que pantallas holográficas podrían ser el modo de obtener información o entretenimiento en el futuro, lo que permitiría que los autos tengan mucha superficie vidriada sobre la cual proyectar el contenido que los pasajeros deseen. En paralelo, la realidad aumentada o realidad virtual, con anteojos 3D, podrán también ser una mejor opción a una pantalla, si de generar un entretenimiento para los pasajeros de las plazas traseras se trata.
Y hay otras pantallas a las cuales hay que acostumbrarse, pero que no tienen tanto impacto en el diseño del auto: los espejos retrovisores. Tanto los laterales en autos como el Audi e-tron, y el central en el caso del Toyota Mirai, solo requieren adiestrar el ojo a una imagen que no es un reflejo físico de un espejo sino una cámara. Algo similar ocurrió con las pantallas que proyectan la imagen de la cámara trasera para estacionar. Un elemento que aporta seguridad y es positivo en todo aspecto.
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