La revolución de la forma está llegando a la industria automotriz, como están diciendo cada vez más fabricantes, a la industria de soluciones de movilidad. Es que todo cambia gracias a la tecnología de la conectividad y a la nueva forma de propulsión eléctrica. Y si a ese cambio se le suma una conciencia ecologista que ha dejado al desnudo el costo de un automóvil versus la cantidad de tiempo que está detenido sin uso alguno, el cambio es mayor aún.
Muchas empresas han nacido bajo el paraguas de la movilidad eléctrica, porque la sencillez mecánica permite armar un vehículo en una superficie menor de espacio físico y con un desarrollo muy inferior al que requiere la mecánica que utiliza combustibles fósiles. Pero no es el caso de la china GAC Motor, que representa el nombre de Guangzhou Automobile Group, una empresa nacida en la ciudad vanguardista de Cantón, apenas a unos 100 km al norte de Hong Kong, en el año 1997, cuando los autos eléctricos no estaban en los planes de nadie.
Como una fiel representación de su origen, si en Cantón hay edificios con diseños de avanzada, también su industria tiene que seguir esos lineamientos, de modo que en GAC Motor decidieron acompañar esa herencia con una propuesta de auto futurista completamente innovador.
El vehículo se llama GAC Time Concept, y exteriormente tiene alguna similitud con el revolucionario Mercedes EQXX que acaba de establecer una marca récord de autonomía eléctrica superior a los 1.000 km por caminos normales en medio del tránsito. La aerodinámica de ambos conceptos es similar, pero no obedece a una copia, sino a una forma extremadamente eficiente para penetrar en el aire con la menor resistencia posible. El GAC Time Concept se autoproclama con un coeficiente de 0,191 cx, algo superior al auto alemán, que tiene un valor récord de 0,17 cx.
La parte posterior del auto chino es más larga que la del Mercedes-Benz, y también se diferencia por carecer de bordes o salientes entre paneles de carrocería y vidrios o luces, y por ausencia total de pilares entre parabrisas, puertas delanteras y traseras, que a su vez se cierran de forma opuesta entre sí. El vidrio delantero en realidad no es un parabrisas, sino toda una superficie acristalada que empieza adelante, ocupa todo el techo y termina en el baúl.
La iluminación en general es muy disruptiva y diferente entre ambas zonas del automóvil. Mientras las delanteras son una tira de cuadrados o rombos de Luz LED que rotan para encenderse o apagarse, las traseras tienen un efecto de tres dimensiones con extensas líneas de LED rojas verticales que salen desde el interior del habitáculo, por debajo del techo de vidrio, y terminan en el paragolpes trasero, representando un túnel de luz hacia adentro del auto.
Las llantas son otro punto de atención visual, ya que representan la “metáfora de la trascendencia temporal”, en base a la proyección de hologramas en dos dimensiones que con su movimiento parecen generar una ilusión 3D.
Finalmente, para acceder al interior se deben abrir las dos únicas puertas, que están situadas del lazo izquierdo del auto, ya que en el lateral derecho, solo entra luz de acuerdo a la requisitoria de los pasajeros, a través de una persiana vertical que mueve sus espacios para administrar la iluminación desde el exterior.
En el GAC Time Concept hay plazas delanteras o traseras, hay una butaca para el conductor, y un extenso asiendo en forma de “L”, que comienza en lo que sería el asiento del acompañante y termina en la clásica posición de las plazas traseras. Tiene capacidad para solo dos pasajeros además del conductor, cuyo asiento se puede girar para interactuar con sus acompañantes cuando el automóvil se conduzca solo, ya que también tiene un equipamiento de radares, cámaras y sensores, que le permitirán tener Nivel 4 de conducción autónoma. A nivel motriz no se conoce dato alguno, solamente que es un auto eléctrico 100%.
Probablemente no llegue nunca al mercado este auto tal como se lo puede ver en esta presentación conceptual, pero lo más interesante sigue siendo descubrir como nuevas ideas, continúan cambiando la forma de eso que todavía llamamos auto, y vaya uno a saber cómo se llamará en el futuro.
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