Pasaron casi 20 años desde que una serie de modelos de BMW empezó a recorrer los caminos europeos probando la efectividad y factibilidad de transformar el hidrógeno en un combustible que pudiera reemplazar a los derivados del petróleo, pero aplicado directamente al motor de combustión interna.
Al igual que lo ocurrido diez años antes en Argentina con el desarrollo que hizo el físico Juan Carlos Bolsich con un Renault 9, el problema con el que se toparon entonces, fue la baja potencia que obtenían. El motor funcionaba, pero su rendimiento era insuficiente y pronto el desarrollo se vio relegado ante otras ideas.
Uno de los ingenieros que trabajaron en BMW en aquellos primeros años del siglo XXI era Thomas Korn, quién hoy vuelve a aparecer en escena por ser el líder de una joven empresa alemana llamada Keyou GmbH, con la cual regresa al uso del hidrógeno inyectado directamente a una cámara de combustión.
Solo que esta vez, Korn cree que el hidrógeno es perfecto para transporte liviano y semipesado, así como la electricidad lo es para los autos livianos. Para eso ha desarrollado dos vehículos de transporte para uso urbano: un bus de 12 metros y un camión de repartos de 18 toneladas.
En ambos vehículos, el motor sobre el que se inyecta hidrógeno para hacer combustión, es un diésel de 7.8 litros y una potencia de 272 CV, y lo que se reemplaza es el gasoil por hidrógeno gaseoso almacenado en un tanque.
La empresa asegura que moverse con esta tecnología tendrá un costo similar al de un motor diésel, con una vida útil de 700.000 kilómetros y una capacidad de recorrer 500 kilómetros con una sola carga sin generar ningún tipo de emisiones contaminantes, sino solo vapor de agua por los caños de escape. Keyou planea realizar una fase de ensayos intensivos en caminos y condiciones reales y no en pistas cerradas o dinamómetros. Esto comenzaría en 2023 con la intención de validar la tecnología y mapear varios escenarios de aplicación.
Pero del otro lado del Océano Atlántico, otra automotriz como General Motors, a través de una subsidiaria especializada en electromovilidad llamada BrightDrop, aprovechó el Día Internacional de la Tierra que se conmemoró el pasado viernes 22 de abril, para anunciar que acaban de entrar al Libro de los Record Guinness, al llevar uno de sus furgones de reparto urbanos desde New York hasta Washington DC, con lo que alcanzaron a cubrir los 418 kilómetros con la carga inicial de sus baterías.
El viaje se hizo con el modelo BrightDrop Zevo 600 que está trabajando con la compañía FedEx, así como se utilizan también para los repartos urbanos en otras empresas dedicadas al correo o entrega a domicilio.
El BrightDrop Zevo 600 tiene una capacidad de carga de 1.100 Kg y 17.000 litros, con lo que el rendimiento de poder trasladarse más de 400 kilómetros significa un gran avance en el mercado de repartos, con un costo muy bajo y una contaminación que, dependiendo del origen de la electricidad que cargue en sus baterías, podría ser de cero emisiones.
BrightDrop entregó sus primeros vehículos comerciales livianos y eléctricos a FedEx en diciembre pasado, después de alcanzar otro récord, el de completar la producción del Zevo 600 en solo 20 meses, lo que lo convierte en el vehículo más rápido en comenzar la comercialización en la historia de GM. Hay dos modelos diferentes con la misma plataforma Ultium de General Motors, el Zevo 600 mencionado y el Zevo 400, que mantiene la misma potencia pero con un volumen de carga de 400 pies cúbicos en lugar de los 600 del modelo que realizó el viaje récord hasta la capital de EE.UU.
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