Mover las cosas de su lugar habitual es uno de los ejercicios con los que los creadores encuentran la llave para hacer genialidades. Los grandes cambios vienen siempre de ideas audaces, porque la gran pregunta de un diseñador es “¿Por qué esto está acá y no puede estar en otro lugar?”
Alguna vez, para no salir del mundo de la movilidad, el diseñador argentino Enrique Scalabroni, quién proyectó para los equipos Williams, Ferrari y Lotus de Fórmula 1 desde mediados de los años 80 hasta comienzos de los 90, inventó un auto con las cuatro ruedas en disposición de rombo. No había dos atrás y dos adelante, sino una adelante, dos en los costados y una en la cola del Fórmula 1.
El proyecto lo hizo para Lotus y generó tal controversia que debieron reescribir el reglamento, porque nada decía de la disposición de las ruedas, sino que debían ser 4. De hecho, ese detalle tampoco había sido previsto originalmente, pero como un día Ken Tyrrell hizo el famoso Fórmula 1 de 6 ruedas, la Federación Internacional del Automóvil debió aclarar en el reglamento técnico que los autos debían tener 4, ni una más, ni una menos.
Lazzarini Design Studio es una compañía dedicada exclusivamente a crear formas innovadoras. Su fundador es quién da nombre al estudio, Pierpaolo Lazzarini es su nombre, nació en Roma en 1982, y apenas se recibió en la escuela de diseño decidió utilizar la tecnología para mostrar nuevas ideas aplicables a todo tipo de elementos.
Su estudio diseña auto, motos, barcos, pero también casas acuáticas y productos de tecnología con conceptos nuevos. Su última creación es un gran crucero de 169 metros de eslora al que ha llamado Sovrano, que en italiano significa soberano, y en el cual ha aplicado ideas impactantes.
Más allá de su línea aguda y estilizada, lo primero que llama la atención del Sovrano es que a mitad del casco, sobre los niveles superiores de los cuatro pisos que tiene la embarcación, sobresalen dos formas curvas con dos grandes superficies laterales a la cubierta superior. Cada una de esas superficies corresponde a un helipuerto, que a su vez tienen la flexibilidad de destapar su superficie con un sistema de techo corredizo, para habilitar debajo a dos piscinas adicionales.
Sin embargo esas son apenas dos extra a las otras tres piscinas que tiene el buque, la principal, que ocupa una gran parte de la superficie, pero tres niveles más abajo y con un techo que también se puede correr para que sea una piscina al aire libre o cerrada según lo que el clima permita.
Ese es el espacio protagonista del diseño, porque es un patio con la piscina, jardines, una zona de descanso alrededor, un gimnasio y algunas suites. En total, el barco tiene 15 dormitorios privados y capacidad para alojar a 50 personas.
Sobre el espejo trasero, otras dos piscinas más pequeñas permiten otras áreas de esparcimiento, junto a las cuales se encentra un extraño submarino que puede descender desde la popa para excursiones cercanas. Más adelante, en el mismo nivel, una gran garage se abre hacia los costados, y él puede salir también una lancha rápida para ir a tierra y dejar el barco en aguas más profundas. Pero si el Sovrano anclara en puerto, de ese mismo garage a nivel, podrían salir los 6 autos que puede transportar.
Pero si la vanguardia está en el diseño, también lo está en la ingeniería. El Sovrano ha sido diseñado para tener el último sistema de propulsión totalmente eléctrico marino alimentado por hidrógeno. Este sistema sería capaz de impulsar el yate a una velocidad máxima estimada de 31 nudos. Lazzarini Design ya tiene disponible un casco de 130 metros en Italia, construido en acero y fibra de carbono. El proyecto comenzará con la ampliación de este casco hasta llevarlo a 169 metros, y se estima que el costo será de unos 500 millones de euros con un plazo de finalización y puesta en el agua de cuatro años.
SEGUIR LEYENDO