En medio de un tiempo de nuevos proyectos, marcas desconocidas y startups que muestran un prototipo para buscar financiación que les permita fabricar el auto real, las promesas son solo eso. Aunque existan las genialidades, nadie vive de buenas ideas o intenciones inconclusas, sino de cosas concretadas.
Con la llegada de los autos eléctricos, efectivamente se está cambiando el paradigma de la movilidad para siempre, porque hacer un vehículo a baterías requiere mucho menos esfuerzo, inversión e infraestructura que un auto convencional, y eso ha animado a decenas de proyectistas a lanzarse a la aventura de ser fabricantes.
Muchos analistas creen ver en esta situación, un posible problema para las grandes potencias de la industria, y la magnitud de una marca como Tesla es un caso testigo. También está el caso de Rimac, y hay otros como Rivian o Lucid, pero en verdad son apenas un puñado de nuevas empresas que han logrado entrar fuerte al mundo del auto, o están en camino a hacerlo.
Del otro lado, los fabricantes tradicionales, las grandes marcas de toda la vida, siguen dando señales contundentes como respuesta a los usuarios. Ford acaba de confirmar que el próximo 26 de abril empieza la fabricación de la F-150 Lightning, la pickup 100% eléctrica que se ha transformado en el producto más esperado de la marca en décadas, y que ya tiene vendida la producción de los primeros tres años.
Paralelamente, en Alemania, Mercedes-Benz decidió dar un paso gigante como respuesta al crecimiento de Tesla, y lejos de asustarse, pusieron a prueba su novedoso concept car VISION EQXX, que habían presentado apenas en enero. Generalmente, del auto de concepto al auto real suele pasar bastante tiempo, durante el cual también cambian muchas cosas de su diseño original.
En este caso, el mismo prototipo construido a mano, fue el utilizado para la prueba de autonomía.
Cuando anunciaron el nacimiento del VISION EQXX, prometieron 1.000 kilómetros de autonomía gracias a su tecnología, su aerodinámica y a la extensión de rango que generaban las células solares que incorpora como complemento energético. Así que el desafío era demostrar que esa promesa no era solo marketing.
Muchas veces los intentos de récord se hacen en condiciones especiales, ya sea con conductores expertos en eficiencia, o en pistas cerradas donde se puede mantener una velocidad constante que permita lograr valores únicos. Pero Mercedes decidió que la prueba debía ser hacerse en las mismas condiciones que cualquier usuario podría encontrar en la vida real, con el tránsito variable, con clima adverso si se presentaba y con conductores normales. Nada excepcional.
El viaje comenzó el 6 de abril desde el Centro de software eléctrico de Mercedes en Sindelfingen, Alemania, para terminar en la Costa Azul, en Cassis, Francia, muy cerca de Marsella. Durante el recorrido atravesarían los Alpes suizos hasta descender a Milan y desde ahí unir Italia con Francia para llegar al Mediterráneo. La salida fue a la madrugada bajo una suave lluvia. Después brilló el sol y la temperatura llegó a 40°C. Allí se pudieron aprovechar a la perfección las 117 celdas de energía solar instaladas en el techo, para que acumulen suficiente energía como para adicionar 25 kilómetros de autonomía.
Otro punto importante para lograr el rendimiento de superar los 1.000 kilómetros fue el sistema variable de regeneración de energía, que permitió cargar las baterías en las prolongadas pendientes en descenso de los camino del sur de Suiza a Italia. Allí se pudo practicar la conducción eficiente conocida como “conducción de un solo pedal”, ya que no se utilizan los frenos mecánicos del auto sino el freno motor del regenerador.
A las 19:02, tras 12 horas en las que se hicieron dos paradas de 15 minutos cada una para cambiar de conductor y verificar presión de inflado de los neumáticos, el Mercedes VISION EQXX llegó a destino, habiendo recorrido 1.008 kilómetros, y mostrando un remanente de energía del 13% de su batería, lo que hubiera permitido continuar viaje por otros 130 kilómetros más.
El automóvil sigue siendo un concept car, no se fabricará, al menos por ahora, como un modelo tal como se lo ve. Pero sus tecnologías, como la batería refrigerada por aire y no por agua, y las células de recolección de energía solar, se podrían encontrar en algunos modelos que verán las calles en 2024.
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