“¡Mi nuevo auto! No puedo esperar… 2.000 CV. Adivinen ¿Qué auto es?”. Con este mensaje, Nico Rosberg publicó en su cuenta de Twitter este lunes 11 de abril dos fotos de un auto deportivo en pleno proceso de construcción. Determinar que se trataba de un Rimac Nevera no fue muy difícil, ya que en ambas imágenes se podía leer la marca en algún sitio, y en una de ellas, de fondo, se podía ver el cartel de la línea de ensamble del automóvil, en el que dice también el modelo.
Casi al mismo tiempo, en el Centro Sottozero de Pirelli, en el círculo polar ártico sueco, terminan dos semanas de intensas pruebas con temperaturas constantes debajo de los -15°C de un prototipo de validación Nevera. Los 150 propietarios, incluido Rosberg, tendrán la certeza que sus hypercar con capaces de funcionar perfectamente aún en condiciones extremas, particularmente sus dispositivos electrónicos como ABS, ESP y vectorización de torque.
El Rimac Nevera es, al momento, el auto de producción más rápido de todos los tiempos. Sus cuatro motores eléctricos le permiten lograr una potencia total de 1.940 CV y 2.360 Nm de torque, lo que, juntos, logran que este auto de 2.150 Kg acelere de 0 a 100 km/h en apenas 1,97 segundos, y de 0 a 300 km/h en 9,3 segundos. Su velocidad máxima es de 412 km/h.
Los cuatro motores eléctricos, a razón de uno por rueda, no son iguales entre sí. Los delanteros tienen 299 CV y 280 Nm en cada rueda y los traseros son de 636 CV y 900 Nm en cada una. Para alimentarlos de energía, la enorme batería de litio/manganeso/níquel es de 120 kWh y tiene forma de H. Está refrigerada por agua y colocada debajo del piso del auto, con mayor altura en la parte trasera, aprovechando que el vehículo es biplaza y no necesita hacer espacio interior por detrás de los asientos del conductor y acompañante. La autonomía estimada es de 550 km y la carga con una potencia de 150 kWh le permite recuperar el 80% en una hora.
El monocasco que incluye el techo, está construido en fibra de carbono, y la batería está integrada en el cuadro. El chasis pesa menos de 200 Kg y es la pieza más grande de materiales compuestos que se ha construido en la historia del automóvil. También se utilizan Kevlar y otros materiales livianos para contrarrestar el peso de la batería, que es de 700 Kg.
Este esquema de construcción, permite que, además de liviano, sea sumamente rígido. En palabras del propio Mate Rimac, creador del auto y propietario de la empresa que adquirió en 2021 a Bugatti, “con una rigidez torsional de 70.000 Nm/grado, el Nevera es el coche más rígido jamás construido”. Como dato comparativo, vale decir que casi duplica la rigidez torsional de un Lamborghini Aventador, y que ha evolucionado incluso sobre su primer prototipo Nevera, aumentando ese valor de rigidez en un 34%.
Aunque Nico Rosberg haya corrido más de diez años en Fórmula 1, las carreras ya no son parte de su vida profesional, al menos al volante, ya que suele ser comentarista en una cadena televisiva alemana. De modo que el único piloto que le ha ganado un campeonato a Lewis Hamilton entre 2014 y 2020, podrá disfrutar de los siete modos de conducción de su Nevera. Con solo girar un mando circular, se puede seleccionar entre los modos Confort, Range, Sport, Track, Drift y otro dos más que son configurables. Un mando similar se utiliza también para dar reparto de potencia hacia adelante o atrás, accionando sobre los motores de acuerdo a la elección del conductor.
El Rimac Nevera será el auto de producción más rápido del mundo, y será eléctrico, pero tiene otras marcas que serán difíciles de alcanzar. Su poder de frenado es fundamental para su desempeño, ya que sus discos de cerámica de 390 mm, le permiten regenerar 300 kW en una frenada de 250 km/h a cero. La más alta lograda por un automóvil de serie. ¿El precio que pagó Rosberg por su Nevera? 2 millones de euros.
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