Muchos coinciden en asegurar que el primer SUV con forma de auto deportivo fue el BMW X6, y para encontrarlo, hay que remontarse a 2010. En ese entonces, el auto rompió con todo lo conocido porque se trataba de una berlina deportiva despegada del suelo. Pero tal vez habría que retroceder más aún y viajar a África, a la edición de 1985 del Rally París-Dakar de 1987, para encontrar el primero de todos los autos con ese concepto. Era el Porsche 959, que si bien se trataba de un automóvil de competición pensado para la carrera más extrema del mundo, en efecto fue la primera cupé con ruedas grandes y el despeje de una pickup que se puede recordar.
La diferencia con el BMW X6 de 2010, además de tratarse de un auto de calle, el auto alemán era un SUV y no un auto deportivo levantado del piso. Así nacieron los SUV cupé, que desarmaron el concepto de los Sport Utility Vehicle por un lado, y de un auto deportivo por otro, ya que el X6 no tenía dos puertas sino cuatro.
Para los amantes de BMW, ese auto fue una idea aceptada rápidamente, pero entre sus competidores no pareció interesar tanto. Solo Land Rover, a través de la línea de lujo Range Rover, se animó a algo similar, aunque como la marca inglesa no producía autos deportivos sino vehículos todo terreno, lo que hicieron fue darle una segunda interpretación al concepto de vehículo poniendo en las calles en 2011, el Range Rover Evoque, un SUV cupé que, ahora sí, tenía solo dos puertas.
El advenimiento de los SUV como nuevo automóvil elegido por el usuario común en todo el mundo, generó que con esas siglas, aparecieran autos de los segmentos más chicos como los compactos que se denominaron B-SUV y C-SUV, y de los más elevados con los D-SUV y E-SUV.
Allí apareció la necesidad de marcas relacionadas con los autos de alta performance, de no quedarse afuera. Bentley y Jaguar en Inglaterra, Mercedes, BMW y Audi en Alemania y Alfa Romeo, Maserati, Lamborghini y hasta Ferrari en Italia, terminaron cediendo ante la presión del mercado, y entraron a los SUV cupé, reflotando aquel concepto del X6 de 2010.
De hecho, hay un caso muy emblemático de la transformación que tuvieron que hacer algunas marcas. Se trata de Audi, que lanzó el SUV eléctrico e-tron primero y después la versión Sportback, donde la diferencia está únicamente en el ángulo de caída del techo, para asemejarse al concepto de cupé.
A mitad de camino quizás haya quedado el Auto del Año 2022, el KIA EV6, que por la altura del techo en el remate previo a descender con la luneta, no pareciera ser un SUV cupé, pero mirando el vehículo desde la vista lateral, la línea de cintura sube a medida que se acerca al final de las puertas traseras, entonces la imagen tiene semejanza con el nuevo concepto.
Los SUV cupé ya están instalados y esto pasó las fronteras más allá de Europa. En Japón, Nissan ha mostrado el Ariya, un SUV cupé eléctrico revolucionario, que será la plataforma de lanzamiento de la nueva visión de la marca a nivel global. Y en India, la poderosa automotriz Tata, acaba de mostrar públicamente el que será su gran lanzamiento para 2024, y también es un SUV cupé.
Se llamará Tata Curvv, y también será un vehículo eléctrico 100%. Y al igual que todos los modelos de la nueva generación de autos de este segmento, en su diseño se marca especialmente la caída suave estilo “Fastback” de la parte trasera.
Si en Ferrari estaban preocupados porque nadie dijera que el Purosangue es un SUV, ahora tampoco podrán decir que es un SUV Cupé, con lo que probablemente, aquella idea de llamarlo con las siglas de FUV, Ferrari Utility Vehicle termine siendo la más efectiva.
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