Como varias veces se ha mencionado con especial énfasis, el tiempo que transcurre entre el diseño final de un automóvil hasta su pase definitivo a producción, suele ser bastante prolongado. En ese proceso de validación de un prototipo, además de hacerse ensayos dinámicos, se deben probar todo tipo de dispositivos y elementos, hasta los de confort, y también el proceso de desarmado y armado de partes.
Aunque parezca irreal, muchas veces, al intentar desarmar una parte para reemplazo, se descubre que no ha quedado espacio para la herramienta que debe introducirse, y hay que desmontar otra parte para hacer el trabajo. De eso se trata también el proceso de validación y pruebas de un auto nuevo. Pero si el cliente pagará muchos millones de dólares o euros, y probablemente sea una personalidad famosa, esos cuidados deben extremarse aún más, entonces los tiempos se estiran.
Es el caso del último Bugatti que lleva la denominación de Centodieci, porque fue presentado en 2019, y desde entonces estuvo en proceso de ensayos y validación mecánica. También en ese momento, la casa francesa que ahora es parte de Rimac, también anunció que sólo habría 10 unidades de este especial hypercar, ya que se ha producido como modo de festejar los 110 años de vida de la marca, que se cumplieron ese año.
Cada unidad tiene un costo de 8 millones de euros, y uno de los propietarios de un Centodieci es nada menos que el astro portugués del fútbol, Cristiano Ronaldo.
El proceso de pruebas del auto se hizo sobre un único prototipo al que llamaron White Prototype. A esta unidad se la expuso a 50.000 kilómetros de ensayos, entre los cuales hubo momentos de conducción urbana, de autopistas y de circuitos, donde desplegó todo su potencial. Entre los test que se le hicieron al automóvil, hubo uno de resistencia mecánica, realizado en una pista cerrada de Italia, muy utilizada por la industria en general, como es el circuito de Nardo, en el que se recorrieron 1.200 km diarios en jornadas maratónicas y consecutivas.
Además, el Centodieci estuvo sometido a pruebas bajo temperaturas extremas, cercanas a los 50°C, y monitoreado por un equipo de 27 ingenieros que realizaron controles eléctricos, telemétricos, de radiofrecuencia, del sistema de combustible y el sistema de aire acondicionado del automóvil. En esas pruebas, por ejemplo, se dejó el auto detenido al rayo del sol con el motor en marcha y el aire acondicionado encendido por horas.
¿De qué se trata el Bugatti Centodieci?
Es un modelo basado en el conocido Chirón, con un motor de 8 litros de cilindrada en arquitectura W16 (es decir, dos motores V8 siameses), capaz de alcanzar los 1.600 CV gracias a tener 4 turbocompresores. Con esta mecánica, consigue acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 2,4 segundos, de 0 a 200 km/h en 6,1 segundos, y de 0 a 300 km/h en 13,1 segundos. Además, su velocidad máxima es de 380 km/h.
“El Centodieci se lleva deliberadamente al límite para garantizar un manejo confiable al más alto nivel, incluso en situaciones extremas. Aunque la mayoría de los autos nunca son sometidos a funcionar en este rango, se prueban de todos modos para llevar los límites más allá de lo que los usuarios lo harían”, dijo Carl Heilenkötter, gerente de producto para proyectos limitados de Bugatti.
El veredicto lo tendrán Cristiano Ronaldo y los otros 9 propietarios a lo largo de este mismo año, cuando por fin puedan conducir sus propios Centodieci. En el caso del futbolista, su premura tal vez sea mayor teniendo en cuenta el compromiso de jugar en Mundial de Qatar 2022. Habrá que ver si su preocupación sea mayor por el Bugatti, o por Corea del Sur, Ghana y Uruguay, los otros tres equipos que se enfrentarán a Portugal en la primera fase de la Copa del Mundo de fútbol.
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