TVR siempre se ha caracterizado por diseñar y fabricar autos radiales, algo disruptivos, y generalmente extremos. De esos modelos que muy pocos quieren tener, pero los que lo hacen, se enorgullecen de exhibirlos.
Algunos modelos han tenido más éxito que otros, y entre estos últimos está el TVR Sagaris, que apenas duró tres años en el mercado, entre 2004 y 2006. Estaba basado en un modelo mucho más aceptado como era el TVR T350, pero con un concepto o idea de hacerlo más un auto de carreras que un auto para andar por las calles.
Acaso por esa razón, y como una de las características distintivas de los TRV en general, es que la marca no es muy afecta a seguir las normas que marca la Unión Europea respecto a dispositivos de seguridad como equipar sus modelos con ABS y Airbags frontales, algo inimaginable para autos de serie, pero sí una característica de los vehículos de competición.
De hecho, se suele decir que los TVR son autos brutos y poco confiables y no es raro escuchar que sus modelos se incendian. Esa es la fama que tienen en el mundo de los autos deportivos de producción limitada.
Y aunque en el futuro no deberían ocurrir ninguno de estos problemas porque está previsto convertirse a la electricidad en algún tiempo más, ahora apareció una empresa llamada Grex Automotive, que ha empezado a fabricar los TVR con motor de combustión interna, bajo su propia marca, dando nacimiento así al Grex Sagaris GT.
Este nuevo auto tiene algunas diferencias con el Sagaris original, como una estructura de acero tubular con un 50% más de rigidez y en lugar de ser propulsado por un motor de seis cilindros en línea de 3.6 litros, 4.0 litros o 4.2 litros, ahora se ofrece con un V8 de 6.2 litros, lo que podría mantenerlo en el mismo nivel de un Chevrolet Camaro. Según Grex, la potencia comienza en 525 CV y si se ofrece el motor sobrealimentado podría alcanzar los 650 CV.
La transmisión manual es Tremec de seis velocidades, y envía la potencia a un diferencial de deslizamiento limitado en el eje trasero. La suspensión se compone de brazos oscilantes independientes totalmente ajustables con resortes ajustables y amortiguadores desarrollados específicamente para este auto. El auto tiene un peso de 1080 kg, lo que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 3 segundos, según declaran sus fabricantes, sin especificar con cuál de las motorizaciones. También señalan que su velocidad máxima es de 320 km/h.
El spoiler trasero de acrílico transparente es una de la marcas personales más extrañas, pero sin dudas lo que más radical resulta al verlo de perfil o en su parte posterior, son sus dos salidas de escape laterales, completamente perpendiculares al eje longitudinal del auto.
Finalmente, los detalles que menos le interesan a sus constructores están en la habitabilidad de su cabina. Aunque en su interior abundan cuero y alcántara, tiene una jaula antivuelco forrada también en cuero, con butacas y pedalera de aluminio Sparco. El auto se comercializará desde este mismo 2022 en Europa, Asia y Norteamérica, pero solo se fabricarán 10 unidades por año, a un precio de 120.000 euros.
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