Las escenas son mucho más impactantes de lo que deberían ser, porque el mundo ya se acostumbró a los controles, a las mascarillas y a los cuidados, pero ver calles cerradas y ciudades vacías de gente, solo con personal de control, recrea escenas que parecían olvidadas.
Un rebrote de Covid-19 en Shanghai, la ciudad industrial y económica por excelencia de China, el país del que salió el virus que terminó en pandemia, ha obligado a las autoridades a un confinamiento preventivo en los distritos occidentales de la ciudad, que comenzó este martes y continuará hasta el viernes, a fin de hacer un testeo masivo que permita manejar la situación sanitaria.
La industria del automóvil tiene grandes fábricas en Shanghai, entre ellas Tesla, que ha sido la primera en suspender jornadas laborales ya a comienzos de este mes de marzo, y ahora regresa a un nuevo cierre de operaciones a causa del COVID-19. Coincidentemente, el propio CEO de la marca de autos eléctricos, Elon Musk, está cursando por segunda vez la enfermedad, según él mismo ha confirmado una vez más usando su cuenta personal de Twitter.
blockquote class="twitter-tweet">Covid-19 is the virus of Theseus.
— Elon Musk (@elonmusk) March 28, 2022
How many gene changes before it’s not Covid-19 anymore?
I supposedly have it again (sigh), but almost no symptoms.
De todos modos, su situación personal no es comparable con la de su gigafábrica en China. Allí, Aptiv PLC, anteriormente Delphi Automotive PLC, empresa de tecnología que es proveedora de Tesla y General Motors, habría enviado a buena parte de su personal este martes a sus casas, aunque las autoridades de la empresa no lo confirmaron y, en cambio, aseguraron que el suministro no se verá afectado.
Aptiv es proveedora de todo el cableado de los modelos de ambas compañías, además de los que producen Volkswagen y BAIC, quienes ya habían tenido problemas de aprovisionamiento por el conflicto bélico en Ucrania, el principal proveedor de materia prima para cables de esta compañía china.
Tesla suspendió la producción el martes y así continuará por los próximos cuatro días, esperando que todo vuelva a la normalidad el lunes 4 de abril, cuando termine la restricción en los distritos que han sido alcanzados por las medidas del gobierno local. La otra gran perjudicada por el rebrote de covid-19 es General Motors, que en cambio ha mantenido la producción al crear una “burbuja” dentro de la fábrica, lo que le permitió mantener la producción, aunque a costo de no poder permitir que sus operarios regresen a sus casas, por lo que luego de sus turnos laborales, se quedan a dormir en las instalaciones.
Tesla puede llegar a sufrir un fuerte retraso de entregas a causa de esta nueva suspensión de las tareas en la fábrica, en la que se producen los Model 3 y Model Y, que no solo abastecen el mercado local, sino todavía a buena parte de los países europeos, que recién ahora empezarán a ser abastecidos por la nueva fábrica recientemente inaugurada en Berlín, y que aliviará no solo la producción sino también los costos de traslados de China a Europa.
El próximo 5 de abril comenzará la segunda fase del confinamiento en Shanghai, la de los distritos orientales, en los que están las fábricas de Volkswagen y BAIC, que hasta el momento no han reportado mayores problemas de producción.
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