Desde que una idea se transforma en un proyecto, la cantidad de pasos que se deben seguir dentro de los procesos de diseño de un automóvil, son muchos más de lo imaginado. Lo primero que determina cómo será un nuevo vehículo es una necesidad de la marca de entrar o renovar su participación en determinado segmento. Muchas veces, un avance tecnológico deja desactualizado un modelo, y la actualización es de semejante magnitud, que entre el modelo viejo y el nuevo solo queda el nombre y la insignia de la marca.
Una vez decidida la categoría y tecnología para la que se hará el proyecto, aparecen las ideas de los diseñadores, primero con mucha libertar para imaginar, y una vez que se han decantado las propuestas, elegida una idea, se empiezan a pulir formas y detalles. Así nacen muchas veces los llamados Concept Car, o autos de concepto, que son un ensayo de diseño base, desde el cual se comenzará a elaborar el auto de serie definitivo a partir también de la intervención de los departamentos de ingeniería quienes muchas veces son los “malos de la película”, porque acotan técnicamente el camino por el que se recorrerá con el proyecto.
Entre un concept car y el auto de producción final, a veces pasan hasta cinco años, y cuando el modelo final aparece finalmente, en él se pueden reflejar las huellas de aquella inspiración, y también perciben las ideas que no se pudieron aplicar.
Pero los plazos de la industria parecen haberse acelerado en el último tiempo, acaso por la aparición de los vehículos eléctricos, mucho menos complejos por la ausencia de ciertas partes mecánica lo que les da una notable versatilidad a sus plataformas.
La coreana KIA presentó a finales de 2021 en el Salón del automóvil de Los Ángeles, un modelo de concepto llamado KIA EV9, un SUV eléctrico de dimensiones nunca antes vistas para la marca. Y lo hacía en EE.UU. porque precisamente por su envergadura, parece un automóvil pensado para el mercado norteamericano, más propenso a grandes tamaños de carrocería que el europeo.
Pero la gran novedad que se conoció antes de terminar el mes de marzo, a menos de seis meses de esa primera presentación, es que el Kia EV9 se comenzará a fabricar ya en 2023 y no solo estará disponible en el mercado de EE.UU., sino también en Europa, donde pretende competir con los Range Rover, Mercedes GLE o BMW X5.
El EV9 utilizará la plataforma específica para vehículos eléctricos del grupo Hyundai-Kia, E-GMP, la misma que emplea incluso el KIA EV6 en su versión más grande. La carrocería tiene una longitud de 4.93 metros de largo, un ancho de 2.06 metros, una altura de 1.79 metros y una distancia entre ejes de 3.10 metros. Esta última variable, le permitirá alojar una tercera fila de asientos, con lo que el EV9 podrá transportar hasta 7 pasajeros.
Una de las pérdidas del nuevo modelo de KIA respecto al Concept Car presentado en Los Ángeles, es la ausencia del Pilar B, es decir, el parante entre las puertas delanteras y traseras, que por razones de rigidez, sigue siendo una idea que nadie aplica. También la apertura de las puertas traseras, desde el centro hacia atrás que determina esa ausencia de Pilar B, se cambiará por una apertura convencional.
Pero una de las cosas que sí tendrá, más allá de las mismas formas angulosas, diseño del frente y del remate posterior, será el sistema de conducción autónoma. El KIA EV9 será el primer vehículo en estar equipado con la tecnología “Automode”, el paquete de asistentes más avanzado hasta el momento desarrollado por la marca. Parte de las innovaciones incluirán la posibilidad de recibir actualizaciones de software o nuevas funciones mediante sistema On-demand, las que se podrán comprar como en una tienda virtual y descargarse automáticamente gracias a su sistema de conectividad integrado.
Sin haber anunciado el paquete motriz y de energía del que dispondrá, la plataforma admite una arquitectura eléctrica de 800 Voltios, capaz de aceptar cargas ultra rápidas de hasta 350 kW de potencia en corriente continua. Se especula que sean dos motores eléctricos los que la propulsen, con una potencia estimada en los 600 CV como máximo. KIA ha mencionado una autonomía cercana a los 480 km y la posibilidad de recargar del 10 % al 80 % de su batería en apenas 20 minutos.
Ahora queda esperar al año próximo para comparar el auto de concepto con el real, y si es como los fabricantes anuncian, probablemente se pueda comprobar que los tiempos se han acelerado tanto, que muchos autos que usualmente se presentaban en los Salones Internacionales del Automóvil, no serán tan futuristas, sino más bien próximos lanzamientos.
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