Los sistema de autos compartidos, muy conocidos como “carsharing”, es una de las soluciones de movilidad que la industria automotriz empieza a explotar cada vez con más ofertas y modos de uso. El auto compartido es una respuesta, entre muchas otras, que los fabricantes pueden ofrecer a las ciudades, a través del cual se pueden atacar y mitigar parcialmente dos problemas con una sola solución. Compartir auto, permite que menos vehículos ocupen las calles, pero también que menos emitan dióxido de carbono (CO2), y a la vez es una alternativa para no hacer una erogación de dinero que represente un capital costoso, parado y sin usarse el 75% del tiempo en un día laboral. Es un tema apasionante, que merece un artículo específicamente dedicado a profundizar en sus detalles y variables.
Pero los autos compartidos no son la única opción para reducir la cantidad de vehículos que ocupan lentamente las grandes avenidas de ingreso a las ciudades o al microcentro de estas, hay otras alternativas que, si se estudian con tiempo, pueden ocupar otro espacio, como el cielo.
El primero en dar un paso firme hacia los aviones eléctricos de uso personal fue Honda, que el año pasado mostró un ecosistema de movilidad a través de una combinación de vehículos autónomos terrestres, y estas naves llamadas e-Vtol, para complementarse en traslados cotidianos, rápidos, ágiles y personales.
Ahora el que decide entrar a ese mundo es otro fabricante japonés, Suzuki, que acaba de anunciar un acuerdo con la startup Skydrive, originaria de su mismo país, para empezar a desarrollar en conjunto esta forma de movilidad para el futuro.
Skydrive nació en 2018 con la misión de contribuir con desarrollos propios, a la descongestión de tránsito de las grandes ciudades. Inicialmente lo hizo con Drones destinados a transportar objetos en traslados de última milla, lo que comúnmente se conoce como servicio de Delivery.
Pero a partir de esa investigación y desarrollo, dieron nacimiento a una pequeña aeronave que puede trasladar a un pasajero, que despega del mismo modo que un dron, es decir de manera vertical, y luego se traslada horizontalmente. La acción de vuelo se produce a través de cuatro paletas en los extremos del vehículo, que aunque se lo quiera mencionar como auto volador, más parece una nave pequeña o una moto voladora: el Skydrive SD-03.
Este vehículo estará disponible para comenzar a comercializarse a partir de 2025, aunque el ámbito en el que pueda hacerlo, por ahora está limitado por el uso del espacio aéreo de los gobiernos comunales y por el requisito indispensable para volar, que es una matrícula para tripular aeronaves.
Como ocurre con los automóviles de conducción autónoma, el desarrollo tecnológico va por un carril, pero la legislación va por el carril paralelo. El avance de la tecnología debe llegar contemporáneamente con el de las leyes que acompañen esas enormes inversiones.
Suzuki se ha asociado a Skydrive entendiendo que es un modo eficiente de aportar algo a la movilidad y la descarbonización. Si bien no se han publicado datos técnicos del SD-03, se sabe que es un vehículo eléctrico de autonomía relativa. El bajo peso que requiere para que su consumo sea menor y por lo tanto, aumente el kilometraje o la cantidad de minutos que puede permanecer en vuelo, es la principal explicación para sus reducidas dimensiones.
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