Con la entrada en vigencia del nuevo reglamento técnico de la Fórmula Uno, el Gran Premio de Bahrein dio comienzo el pasado 20 de marzo a la temporada 2022 de la categoría reina del automovilismo mundial. Entre sus diez equipos hubo quienes encontraron rápidamente un concepto de automóvil más performante como Ferrari, pero hubo otros que parecieron estar en el camino equivocado y retrocedieron respecto a cómo funcionaron en 2021.
Uno de ellos fue Aston Martin, el equipo propiedad de Laurence Stroll que tiene sus monoplazas impulsados por motores Mercedes, y que no encontró un buen rendimiento de su modelo AMR22, ya que sus pilotos, Nico Hulkemberg (reemplazo de Sebastian Vettel por COVID-19) y Lance Stroll, quedaron en posiciones 17 y 19 sobre 20 autos en las pruebas de clasificación.
Sin embargo, hubo un Aston Martin que se robó todas las miradas en el circuito de Shakir ese mismo fin de semana, aunque no fue un Fórmula 1. Se trató del Aston Martin Valkyrie AMR Pro, un hypercar concebido para las pistas, del auto que la marca presentó el año pasado como su más desarrollado producto de alta performance para la calle.
El AMR Pro es, básicamente, un Fórmula uno con carrocería de auto deportivo. Su motor es un V12 de 6,5 litros de cilindrada que erogan 1.176 CV de potencia, unos 70 CV más que la versión Valkyirie convencional. Pero lo que verdaderamente hace especial a esta versión es su aerodinámica, que duplica la carga respecto a la “doméstica”, si se le puede llamar así.
“La experiencia fue increíble. Sé que todo siempre se dicen este tipo de cosas cuando se habla de estos autos, pero verdaderamente este es otra cosa. En términos de rendimiento, está más cerca de un coche de F1 que de cualquier otro vehículo que yo haya conducido alguna vez. Potencia, manejo, agarre, todo es perfecto”, dijo Dirk Müller, piloto de desarrollo del Valkyrie AMR Pro, apenas dejó el puesto de conducción en la pista de carreras donde se corría el GP de Bahrein.
Curiosamente, el auto fue concebido por Adrian Newey, el diseñador de Fórmula 1 más exitoso de todos los tiempos, que desde hace una década es el responsable técnico del equipo Red Bull, pero que concibió el proyecto cuando Aston Martin era main sponsor del equipo austríaco y sus autos eran impulsado por motores Renault. Newey, al dibujar la versión AMR Pro, dijo que “con este vehículo he podido trabajar más allá de los límites legales en carreteras y de la practicidad. Es un auto extremo de pura performance. Como un Valkyrie con esteroides”, según su creador.
A simple vista, más allá de ser más largo y con un ala posterior de mayores dimensiones, el Aston Martin Valkyrie AMR Pro muestra una gran aleta de tiburón, y un splitter delantero también más extenso, además de algo que no se ve completo sino solo en la salida, como es un difusor más exagerado.
Lo que más enamoró a quienes lo vieron desde afuera, sin embargo, fue su sonido. Para los románticos de los motores a explosión anteriores a la actual tecnología híbrida de la Fórmula 1, ver un auto tan ágil en la pista y escuchar el V12 rugiendo a más de 10.000 RPM, sencillamente fue inolvidable. De todos modos, aunque los bolsillos alcancen para comprar uno de estos autos, cuyo precio aún no se conoce, solo habrá 40 unidades, y varias de ellas, tienen destino de carreras en el Campeonato Mundial de Endurance.
SEGUIR LEYENDO