“Muchos modelos que se hacen en una fábrica son solo un ejercicio de diseño de un vehículo que jamás se va a producir. Se hace para pensar conceptos, ideas, que después quizás se puedan aplicar a otro diseño”. Esa frase la dejó el argentino Juan Manuel Díaz, creador del Audi RS Q e-tron que corrió en el rally Dakar, cuando se le consultó respecto a los autos del futuro en su visita reciente a Buenos Aires.
Otro diseñador argentino, Rubén Wainberg, quién actualmente se desempeña en Stellantis, también le contó a Infobae que “el proceso de diseño de un nuevo autos es complejo. No empieza dibujando el auto, esa es más o menos la cuarta etapa. Empieza por la cabeza de la compañía, que estudia el mercado y después decide qué tipo de producto conviene lanzar. Y de ahí se hace una presentación al área de diseño, en la que los proyectistas son bastante libres para proponer ideas generales de dimensiones y poco más.”
Todo eso es lo que ocurre en las fábricas, pero no es la misma situación en los estudios de diseño conceptual, o en las escuelas de diseño, donde no hay limitantes de producto, ni tampoco hay un experimento previo de partes que se debe aplicar a un nuevo producto a diseñar.
En Milán, Italia, en el Istituto Europeo di Design (IED), cada año los estudiantes del último año, producen en acuerdo y colaboración con una marca de autos, un modelo conceptual para presentar en el Salón Internacional del Automóvil de Ginebra. Y aunque el evento se interrumpió por la pandemia y no se celebró ni en 2020, ni en 2021, y tampoco se realizará este año, el programa de cerrar la carrera con un prototipo completo, siempre se mantuvo.
El objetivo del proyecto 2021 era lograr un diseño de automóvil de alta performance, pero que además tuviera un funcionamiento destacado en cuanto a cuidado del medioambiente.
Así, los 28 estudiantes que participaron del proyecto, acordaron con Alpine, la marca deportiva de Renault, esbozar un auto para 2035, cuando la marca francesa cumplirá 80 años de vida. El auto se llama Alpine A4810, y es un hypercar que será impulsado por un motor alimentado por hidrógeno, y aquí es donde, otra vez, la posibilidad de crear sin tener que atenerse a los requerimientos de estrategia de producto de una compañía, permite a los diseñadores del futuro, evaluar el concepto que mejor represente la consigna.
Los pocos números que tanto Alpine como el IED han dado a conocer del A4810, es que mide 5,09 m de largo por 2,01 m de ancho y 1,06 m de alto, con una distancia entre ejes de 2,72 metros. Aerodinámicamente resaltan la trompa con un spliter de grandes dimensiones que ingresa aire al piso del automóvil, y una cola en la que, además de un prominente difusor de dos salidas en su parte inferior, se destacan las luces verticales con superficies transparentes que además de contener LEDs actúan como direccionadores de aire, y dos grandes salidas de escape, lo que sugiere que el hidrógeno que utilizarían si el auto fuera un concepto para producción, no sería un motor eléctrico de pila de combustible, sino un motor de combustión al que se le inyecte hidrógeno pulverizado en la cámara de combustión.
Lo interesante, más allá del diseño que es muy vistoso y atractivo, es que en la cabeza creadora de los diseñadores del futuro, el hidrógeno es considerado y evaluado como una opción más limpia que la electricidad. O al menos para estos 28 jóvenes de Milán.
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