Hay autos lindos y no tanto, hay autos convencionales y extraños. Hay autos lógicos y disruptivos. Y la llegada de los autos eléctricos, con sus enormes posibilidades de configuración que solo permite tener menos partes mecánicas que alojar, ha exagerado esa situación.
Es el caso de esta empresa norteamericana llamada Overland, que se dedica específicamente a diseñar y producir automóviles para andar fuera de camino, y acaba de mostrar públicamente su segundo proyecto, que todavía está en etapa embrionaria, aunque conceptualmente parece tener una forma definitivamente novedosa.
El auto se llama Overland-E y tendrá dos versiones, pensadas cada una en función del uso que se le pueda dar. Una se llamará Urban, la otra Exlorer. No es difícil descifrar la diferencia con esos nombres. La primera estará dirigida a quienes quieran utilizar el vehículo en ciudad o zonas suburbanas. La segunda para salir de los caminos con mayor libertad de acción.
Pero lo más sobresaliente desde el aspecto técnico que presenta el Overland-E, es que sus fabricantes prometen 1.200 kilómetros de autonomía, nada menos.
Aunque este automóvil pueda parecer un atractivo objeto lúdico para particulares, la empresa anuncia abiertamente su interés en el B2B (business to business), ya que una de las salidas más claras que ven al Overland-E son los fines militares.
Para Overland los objetivos del automóvil son múltiples: “Estamos muy interesados en vender los vehículos B2B, como a los militares, pero también participamos en el deporte del motor, especialmente en EE.UU., donde las carreras tipo baja, es decir fuera de las rutas y en el desierto, son un deporte muy popular. Tener acceso a la tecnología avanzada de los vehículos eléctricos es un elemento enormemente importante para garantizar que Overland-E se convierta en un negocio sostenible ya asumimos que los combustibles fósiles tradicionales estarán prohibidos a partir de 2030″
Overland está en plena campaña de búsqueda de inversores para poder financiar el proyecto del Overland-E. Pero además de conseguir inversores de envergadura, paralelamente han abierto una campaña de crowdfunding (microfinanciación) para pequeños aportes de capital. Según dicen, ya llevan recaudados 250.000 dólares de los 5 millones que necesitan para poder comenzar con la producción.
Mientras tanto, estiman que empezarán a probar el Overland-E en 2023, para lo cual tendrán listas las dos unidades prototipo de cada versión, Urban y Explorer, en el último cuatrimestre de 2022.
El primer Overland fue una especie de arenero, un auto diseñado en 2017 con la finalidad de ser un automóvil recreativo, pero a la vez ser capaz de funcionar como un patrullero para la policía, en zonas donde los desiertos son un terreno común en el que deben desempeñarse con agilidad y seguridad. La estructura de aquel primer Overland era bastante básica, y sirvió como plataforma para adoptar la nueva tecnología eléctrica con la que piensan desarrollar el Overland-E.
Como todas las startup que han nacido con la movilidad eléctrica, ahora es solo cuestión de inspirar confianza a los inversores, lo que permita dar visos de realidad a una idea, distinta, alternativa, que deberá seducir tecnológica y financieramente a muchos compradores.
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