Luego de una presentación conceptual que generó todo tipo de representaciones 3D, propias y ajenas, después de una enorme variedad de fotos espía y de especulaciones de todo tipo, finalmente llegó el día en que Volkswagen develó el misterio, y presentó la nueva Kombi (con K como se la llamaba a la de los años 60) que devolverá a los amantes del clásico vehículo liviano de los años 60 y 70, la sensación de “estar en casa”.
Como se sabía, el nombre de la versión moderna y eléctrica de la famosa Volkswagen T1 y T2, es ID. Buzz, al menos así fue siempre, desde su presentación inicial en 2017. Ahora, con el lanzamiento oficial del producto, se conoce también el nombre de la versión que no está pensada para pasajeros sino como un utilitario, a la que han llamado ID. Buzz Cargo.
Parece mucho tiempo, pero así es la industria. Desde el esbozo de una idea hasta el primer prototipo, se pasan muchos filtros de estética e ingeniería. Después, con una aproximación más cercana a la factibilidad de concretar un proyecto, se pasa a su funcionalidad y finalmente a los detalles, que son el último ítem, el que cambia varias veces en poco tiempo, y lo que define la imagen final que el vehículo pretende transmitir.
Justamente ese mensaje es el que resulta tan importante para Volkswagen, porque tiene una vinculación con las raíces, mucho más fuerte del que parece. Así como la original Kombi nació como una versión grande del escarabajo, y como la Transporter fue la versión XL del Golf, ahora la ID. Buzz es, además de la versión moderna de la furgoneta original, la caracterización de ese mismo concepto respecto al VW ID. 3.
Entonces, la razón de existir del ID. Buzz es mucho más que ser “un revival” de un clásico de la marca, sino la coherencia en la producción de un auto y su complemento. Esta nueva Kombikom, justamente no es tan grande como la Transporter, mide solo 4,7 metros de largo, con una notable distancia entre ejes de 2,98 m, algo que también es herencia de su antecesor, pero que ahora es posible extender más aún gracias a ser eléctrico, lo que supone mayor espacio ocupado por la mecánica, en favor de su habitabilidad. El ancho es de 1,98 m y la altura es 1,93 m.
En su interior, más allá de trasladar en el tiempo la clásica posición de manejo aunque con el volante menor horizontal que el de antaño, la ID. Buzz tiene una similitud enorme con el ID. 3, el auto más popular entre los eléctricos de la marca. Dos pantallas, ausencia total de palanca de cambios, por obvias razones, y dos grandes espacios para guardar objetos, uno debajo del tablero central y otro entre ambas butacas.
Las plazas posteriores, con comodidad para tres pasajeros, se pueden correr hacia adelante o atrás unos 15 cm, tanto sea para mayor comodidad de los ocupantes o para agrandar la capacidad de carga de la parte trasera. Y por supuesto, los asientos posteriores se pueden rebatir en un cuerpo, en dos cuerpos o en su totalidad.
Mecánicamente, la plataforma de este vehículo eléctrico es la misma del ID. 3 y del ID. 4, llamada MEB. La batería es de 82 kWh, es tracción trasera con un motor eléctrico que entrega 204 CV de potencia y un torque de 350 Nm. La velocidad del ID. Buzz está limitada electrónicamente a los 145 km/h.
En cuanto a la carga eléctrica, acepta cargadores de hasta 170 kW, lo que permite llegar al 80% de la batería en media hora, pero aún no hay datos respecto a su autonomía.
La versión ID. Buzz Cargo, naturalmente es distinta desde su aspecto exterior, ya que no tiene 3 filas de ventanas laterales sino solamente las delanteras. En su interior, las dos butacas de conductor y acompañante de la ID. Buzz se reemplazan por un asiento para tres pasajeros. El resto está reservado para cargas, con una división física entre la cabina y el compartimiento trasero, al que se puede acceder por un portón lateral derecho que sigue ahí aunque sin ventana, o por el portón trasero convencional. En ese compartimiento se pueden cargar hasta 650 kg.
La decoración exterior es otro de los puntos de referencia con la historia de esta popular van, y el ID. Buzz ofrece varias combinaciones de dos tonos: “Blanco Candy” en combinación con “Amarillo lima”, “Starlight Blue”, “Energetic Orange” y “Bay Leaf Green”. Además existirá la posibilidad de comprar una versión de un solo color de cualquiera de los mencionados. La producción comenzará en el otoño europeo, dentro de unos seis meses.
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