El contraste entre las subastas de autos de lujo, clásicos y deportivos, y la de un pequeño Fiat 126p fabricado en Polonia en los años 80, es absoluto. Pero si el precio al que se vendió el auto urbano supera los 80.000 dólares, hay algo que hay que mirar con más atención.
La manera de comprender semejante valor de compra está en observar el auto en contexto, es decir, sabiendo quién es su propietario y en el motivo de la subasta. Entonces todo adquiere otro sentido. Se trata de un auto muy especial que le fue obsequiado a Tom Hanks, el exitoso actor de Hollywood, quién decidió hacer una donación benéfica con lo que resultara de la operación.
El auto en sí, un Fiat 126p, es la versión polaca del mismo modelo clásico italiano que tuvo una prolongada vida, ya que se fabricó entre los años 1973 y 2000, en la planta de Bielsko-Biala, una ciudad situada a unos 400 km al sur de Varsovia, la capital de Polonia, muy cerca de la frontera con Eslovaquia y algo alejada de la frontera con Ucrania, a la diariamente que llegan miles de refugiados que escapan de la guerra iniciada en su país a causa de la invasión del ejército ruso.
Sin embargo, el destino de lo recaudado en la subasta de Hanks no es Ucrania como muchos podían pensar, sino la Fundación Elizabeth Dole, creada en EE.UU. en el año 2012 para dar apoyo a los familiares de militares norteamericanos heridos en otras guerras.
Pero hay una historia detrás del motivo por el que a Hanks era propietario de este particular automóvil. Todo comenzó en noviembre de 2016, cuando el actor se encontraba en Budapest, capital de Hungría, y por alguna razón, decidió sacarse una foto con un Fiat 126 rojo que no estaba en el mejor de los estados de conservación. La foto formó parte de un posteo en Twitter, en el que Hanks escribió una sencilla frase diciendo “¡Tengo un auto nuevo!”, y firmando “Hanx”, como modo de resumir la fonética de su apellido.
Una seguidora del actor en las redes, llamada Monika Jaskolska, que es originaria de Bielsko-Biala, tomó la iniciativa de intentar comprar un Fiat 126 y regalárselo, para lo cual comenzó una colecta a la que todos podían sumarse. A Tom Hanks le encantó la idea y tomó la decisión de ocuparse del trabajo de restauración y personalización.
Esa tarea se la encargó a una empresa especializada de la misma ciudad de Bielsko-Biala, BB Oldtimer Garage. El auto tiene un color blanco exterior e interior, sus paragolpes cromados y llantas de 12 pulgadas con cubiertas pintadas en sus bandas laterales. En el interior, otra empresa polaca de Czechowice-Dziedzice, una ciudad vecina a la de la fábrica de los modelos originales, hizo un trabajo mucho más detallado, colocando tapizados en color verde lima con insertos negros tanto en los asientos, en los interiores de las puertas y en el tablero, que estaba revestido.
La personalización se completa con una placa metálica en el tablero, que tiene escrita una cita de la película Forrest Gump, y con otras inscripciones el cuadro de instrumentos y en los bolsos de cuero de los asientos, que dicen “Bielsko-Biala for Tom Hanks”. Una placa similar está situada debajo de la insignia del modelo en la tapa del baúl.
Mecánicamente el auto es original, con su pequeño motor de dos cilindros y apenas 594 cm3, que apenas le permiten lograr 23 CV de potencia. Hanks nunca lo usó más que para algunas presentaciones puntuales o eventos, por lo que el motor tiene apenas 500 km de uso desde que se lo restauró completamente cuando el auto pasó a ser parte de su propiedad.
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