Luego de pasar la primera semana desde que comenzó la invasión rusa sobre territorio ucraniano, algunas medidas que se habían tomado circunstancialmente, como prevención de una crisis, empiezan a quedar firmes y sostenidas en el tiempo, lo que directamente causará el efecto dominó que tanto se temía, especialmente para los países europeos, vecinos y por lo tanto, muy dependientes de los recursos energéticos de Rusia.
Mientras la Agencia Internacional de Energía (IEA) ha elaborado un plan de 10 puntos por el cual se podría reducir esa dependencia, porque según estima Transport & Environment, la Unión Europea (UE) tenía previsto gastar este año cerca de 85.000 millones de euros en petróleo y gas proveniente de Rusia. La cifra es alarmante y preocupante, pero alrededor del 60 % de las exportaciones de petróleo soviético van a Europa.
“Los misiles que destruyen las ciudades ucranianas se compran con la gasolina de los automóviles europeos”, ha aseverado el director ejecutivo del grupo de presión, William Todts. Un total de 25 ONG europeas, han hecho una manifestación de principios, pidiendo a la Comisión Europea que embarguen las importaciones de petróleo y gas que llegan desde Rusia.
Las medidas que la (IEA) propone comienzan con lo más drástico, que es no renovar el contrato de suministro de gas con Rusia, que vence a finales de 2022. También consideran que se deben bajar considerablemente los mínimos de almacenamiento de gas, hacer un uso más eficiente tanto en edificios como industrias, e incluso bajando los termostatos a temperaturas inferiores a las actuales para los hogares, tanto comunitarios como individuales.
Sin embargo, las otras medidas son menos posibles de aplicación inmediata ya que dependen de la creación de más infraestructura, como es la generación de nuevas fuentes de energía sustentable.
La industria automotriz en el medio
Mientras se discute y eventualmente se decide la implementación de estas y otras medidas, los fabricantes de automóviles y autopartes de la industria, han tenido que tomar medidas. Automotive News Europe, realizó un relevamiento de la situación de las empresas que se han visto afectadas por el conflicto bélico.
Audi reducirá la producción en sus plantas alemanas de Ingolstadt y Neckarsulm. La producción de los modelos A4 y A5 se suspenderá del 7 al 11 de marzo, mientras la fabricación de los modelos A6 y A7 se detendrá del 7 al 18 de marzo.
Mercedes-Benz reducirá la producción en algunas de sus plantas europeas conforme se vayan a agotando los suministros de piezas producidas en Ucrania. La medida será ajustando los turnos en plantas individualmente para evitar la detención total en todos los casos.
El Grupo Volkswagen ha suspendido las exportaciones hacia Rusia y la producción local en sus plantas rusas, donde se producen modelos de la marca Volkswagen y Skoda.
Volkswagen espera inactivar temporalmente más plantas, incluida su fábrica principal de Wolfsburg, en Alemania, a medida que se extienden las consecuencias de la escasez de piezas clave de los proveedores en Ucrania.
Porsche está deteniendo la producción en su planta de Leipzig, que fabrica Macan y Panamera, debido a la interrupción en la cadena de suministros provenientes de Ucrania.
Nissan ha suspendido también las exportaciones de vehículos a Rusia. El fabricante de automóviles japonés, que vendió 53.000 vehículos en Rusia el año pasado, se prepara para tener que detener también la producción local.
Toyota detendrá la producción en su fábrica rusa desde este 4 de marzo, como segunda medida, ya que las importaciones de vehículos al país ya se detuvieron indefinidamente debido a interrupciones en la cadena de suministro. Toyota produce alrededor de 80.000 vehículos en su planta de San Petersburgo, en la que se emplea a 2.000 operarios. También la japonesa Honda ha interrumpido las exportaciones de automóviles y motocicletas.
Ford anunció la decisión de suspender de inmediato las operaciones en Rusia hasta nuevo aviso. Los fabricantes de automóviles británicos Jaguar, Land Rover y Aston Martin también detuvieron los envíos de vehículos a Rusia.
El Grupo Stellantis ha tomado dos medidas precautorias al respecto. Mientras monitorean las sanciones impuestas por los EE.UU. y sus aliados occidentales sobre Rusia, para decidir cómo actuar en consecuencia, está también vigilando constantemente a los 71 empleados que tienen en su planta de Ucrania.
Renault es, sin dudas, el fabricante de automóviles europeo con mayor presencia en Rusia. Sus acciones naturalmente cayeron, llegando a su cierre más bajo desde noviembre de 2020, como consecuencia de la situación en la que cada vez más países intensifican las medidas para penalizar a Rusia por invadir Ucrania.
En tanto, en la propia industria automotriz rusa, AvtoVAZ anunció que detendrá sus plantas de Togliatti e Izhevsk este 5 de marzo, y lo hará nuevamente del 9 al 11 de este mes, ya que se enfrenta a una crisis en el suministro de componentes electrónicos.
La crisis del sector impacta más en unos que en otros. Directamente en quienes fabrican en Rusia, pero indirectamente a todos quienes necesitan suministros y materias primas, especialmente de Ucrania.
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