Si bien un reporte del propio gobierno de Ucrania indica que el avión más grande del mundo, el Antonov An-225, ha sido destruido, la propia empresa Antonov Aviation, en su cuenta de Twitter, ha dicho el mismo domingo y reiterado este lunes, que hasta que los expertos no puedan realizar un minucioso estudio del estado de la aeronave, no hay información oficial para publicar al respecto.
Cualquiera sea el resultado final de esas inspecciones, que se llevarán a cabo solo cuando sea posible por el cese de las hostilidades bélicas, la enorme aeronave, conocida como “Mriya” (“el sueño” en la lengua nativa), ha sufrido serios daños y el gobierno ucraniano ha anunciado que será reconstruida.
¿Por qué Ucrania tiene el avión más grande de todo el mundo?
En Antonov An-225 fue construido en la década del 80, cuando Ucrania era todavía una de las Repúblicas Socialistas Soviéticas, antes de la caída del muro de Berlín primero y de la Cortina de hierro después. Su creación está íntimamente ligada a la carrera espacial rusa, ya que su misión era transportar al Burán, el transbordador espacial fabricado por OKB-5 con el que la URSS llegó al espacio en una misión no tripulada.
El trasbordador Burán debía ser llevado desde Moscú hasta el sur de Kazajistán, pero construir una ruta que cruzará dos ríos y pasará por los montes Urales era casi una obra faraónica para esa única utilidad. Por lo cual se decidió construir el avión más grande visto hasta entonces, ya que el Antonov An-124, el de mayor porte existente, no era suficientemente largo.
Se dice que el An-225 es una evolución del An-124 Ruslán, avión al que se lo conoce como Súper-Ruslán, ya que se tomó uno de esos aviones y se lo dotó de extensiones de su fuselaje tanto adelante como en la parte posterior, se le añadieron dos motores extra para llegar a seis turbinas, junto con nuevas raíces alares. También se debió modificar el tren de aterrizaje llevándolo a 32 ruedas, se eliminaron la puerta y rampa traseras y se transformó la cola, dándole una vista que es característica de este avión, con un doble estabilizador horizontal de grandes dimensiones.
El An-225 estuvo terminado para 1988, un año antes de que, con la caída de muro de Berlín, comenzara la disolución de la URSS. Su primer vuelo fue el 21 de diciembre de ese año y fue presentando en sociedad en el Salón Aeronáutico de Paris, en junio de 1989. Sin embargo, por la transformación que tuvo el país, independiente desde 1991 del poder de Moscú y la cancelación del programa espacial ruso para los ucranianos, el proyecto quedó detenido en un hangar entre 1993 y 2001.
Esta situación incluyó la cancelación del segundo avión, que debía ser una versión mejorada y que nunca se terminó de producir. Los vuelos comerciales del An-225 recién comenzaron con el viaje del 3 de enero de 2002, entre Stuttgart y Omán, transportando 187 toneladas de peso, mucho menos de la capacidad para la que está preparado, ya que puede transportar 250 toneladas.
Dispone de un sistema de rampas destinado a cargas de gran tamaño (de hasta 4,27 metros) y pesadas (de hasta 50 toneladas). Además, cuenta con una rampa destinada a cargar vehículos largos de hasta 120 toneladas, como podría ser un bus. También posee grúas de carga que soportan hasta 30.000 kilos y un sistema de carga con cabestrante para transportar helicópteros u otras aeronaves. Si se quisieran transportar automóviles, en el interior se puede configurar un sistema Rack de dos pisos que permite cargar hasta 50 autos en dos niveles.
Más allá de su capacidad, el An-225 tiene dimensiones y características técnicas asombrosas. Su largo es de 84 metros, su altura es de 18 metros, su ancho total es de 88 metros y su peso vacío es de 285 toneladas. Es capaz de volar hasta una velocidad de 850 km/h, y su velocidad crucero es 800 km/h. La cabina, completamente digitalizada, tiene capacidad para seis tripulantes: un piloto, un copiloto, un navegador, un operador de radio y dos ingenieros de vuelo.
Su costo operativo es muy alto, ya que puede alcanzar unos 30.000 dólares la hora de vuelo, por lo que se utiliza principalmente para misiones humanitarias como en el terremoto de Haití en 2010 o el tsunami de Japón en 2011. Posee el récord de haber llevado la carga más pesada transportada en un vuelo. Se trató del traslado de un generador eléctrico de 190 tolenadas, que tuvo lugar en el año 2009.
Luego de haber entrado en mantenimiento durante dos años, el Antonov An-225 había vuelto a volar en 2020, saliendo del aeropuerto de Kiev para hacer un vuelo de prueba de dos horas en territorio ucraniano, y estaba operativo desde entonces.
El costo de reparación aún se desconoce, por la necesaria inspección que deberá enfrentar la aeronave.
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