Cuando en 2020, McLaren Cars empezó a mostrar de qué se trataba su modelo ultraveloz Speedtale, hubo una característica que asombró a todos, y que justificó que la apuesta fuera apenas el comienzo de un desarrollo futuro para el uso de la energía eléctrica en un auto de alta performance. Lo que tiene de particular este hypercar, es que el sistema híbrido permitía alcanzar los 1.070 CV gracias a un suplemento de potencia adicional de un sistema eléctrico con características muy particulares.
La particularidad consiste en entregar toda la carga de su batería en apenas 20 segundos, para dar un empujón brutal de potencia de 312 CV a los 456 CV que tiene el motor V8 aspirado de 4 litros, con el beneficio adicional de recuperar carga en solo 35 segundos. Esto es posible porque el sistema de recuperación de energía es similar al KERS de la Fórmula 1.
Ahora, McLaren ha decidido actualizar la versión de su superdeportivo modelo P1, con un nuevo paquete de batería de alta tensión, que ahora es más liviana, más potente, y mucho más costosa que la anterior.
La actualización permitirá mejorar la performance de los modelos P1 y P1 GT, la versión de competición de este auto que nació de la mano de Gordon Murray en 1994 en su primera versión, y que maravilló al mundo de los autos GT.
Así, la nueva batería pesa menos de la mitad de su antecesora. Antes, agregaba 106 kg al auto y ahora apenas 49,9 kg. Pero hacer un cambio semejante trae sus pérdidas. Se trata de una apuesta por una u otra característica. Así como ocurre con los autos de carrera, cuando se encuentran quiénes priorizan ser más veloces en las rectas restando carga aerodinámica y eso perjudica el desempeño en curvas, están quiénes prefieren doblar más rápido con mayor apoyo del aire, aunque pierdan velocidad final.
En el caso de un auto eléctrico, o de un sistema de complemento de potencia a través de un sistema eléctrico, pasa algo similar. Bajar peso permite alivianar el auto, pero reduce el rendimiento de la batería. En este caso, la nueva batería del McLaren P1, ya no permitirá una autonomía eléctrica de 12 km, sino solo de 3 km.
Pero el beneficio es directamente proporcional, ya que con esta solución, el P1 mejoró 4/10 de segundo en aceleración de 0 a 300 km/h y pudo mejorar 5/10 en toda una vuelta al circuito de Nardo, la pista del sur de Italia que por su clima constante, es una buena referencia de la marca para sus GT.
Y lo interesante de este desarrollo es que, según McLaren, aunque la nueva batería tenga menor capacidad de almacenamiento, es prácticamente imposible quedarse sin apoyo eléctrico gracias a la capacidad de recuperación mejorada. Es decir, perder para ganar, dicho con otras palabras.
Lo que en cambio será una decisión difícil de tomar, es colocar esta batería a un McLaren, porque la ganancia ya se ha comprobado, pero su precio es tan asombroso como esa capacidad de descargar y cargar en tan poco tiempo. La actualización de un P1 o un P1 GT, requiere unas 14 horas de trabajo en un concesionario McLaren, y una actualización del software que controla su uso, pero su precio es de 140.000 euros.
Si bien es cierto que siempre el costo de una batería es muy alto en el total del precio de un auto eléctrico, en este caso se trata de un valor que supera la compra de un auto de alta performance, también eléctrico, como un Tesla S Plaid, por citar solo el ejemplo de un vehículo que también supera los 1.000 CV de potencia.
Claro que si se toma en cuenta que un McLaren P1 tiene un precio de casi un millón y medio de dólares, quizás la proporción no sea tan grande o no sorprenda tanto a su propietario, pero para ganar 4/10 acelerando hasta 300 km/h parece un poco caro.
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