El Mercedes-Benz 300 SL Roadster puede llegar a ser la pérdida más grande del patrimonio de Juan Manuel Fangio. Con esa idea coinciden la gran mayoría de las personas que conocen el valor que tienen todas y cada una de las piezas que en su momento fueron donadas por el propio quíntuple campeón mundial de Fórmula 1, primero a la ciudad de Balcarce, y después a la Fundación Fangio.
Apenas pasaron dos días del cierre de la Fiesta Nacional del Automovilismo que cada año se celebra en Balcarce, y la noticia sacude las paredes del Museo Juan Manuel Fangio, pero también los corazones de todos los admiradores de don Juan Manuel.
Aquella coupé Mercedes azul metalizada que Fangio usaba como su auto particular para unir Balcarce con Buenos Aires, saldrá a subasta en Suiza a través de RM Sotheby’s entre el 28 de febrero y el 4 de marzo próximos. No es una noticia nueva que el auto ya no pertenece al patrimonio de la Fundación Fangio, porque en septiembre de 2021, los tres hijos reconocidos por la justicia como herederos del piloto balcarceño, Oscar “Cacho” Espinoza, Rubén Vázquez y Juan Carlos Rodríguez, ahora todos ellos oficialmente de apellido Fangio, tomaron la decisión de poner en venta la unidad.
La razón por la que eligieron este auto fue un acuerdo de partes al que llegaron con las autoridades de la Fundación, por el cual solo este bien quedó en poder de sus herederos, con lo que se permite conservar el resto de las piezas del museo.
“Realmente es una pérdida muy grande para la Fundación, porque es un original de los que casi no hay. Pero más allá de ser original, es un auto muy especial porque se lo regaló Mercedes-Benz a Juan para su primer cumpleaños posterior a su retiro, en 1958. Y es emblemático porque Juan lo usó mucho, ya que era el auto con el que viajaba de Buenos Aires a Balcarce. Y deja de usarlo porque era un auto muy rápido pero tenía frenos a tambor. Entonces era demasiado rápido para la respuesta que podía dar”, recuerda hoy en diálogo con Infobae, Juan Manuel Fangio sobrino, desde su casa en Balcarce. “Yo lo manejé a ese auto y era un placer conducirlo. Y cuando yo era chico, viajaba en el valijero, que está pensado para guardar un bolso mediano, y ahí viajaba yo, era muy chiquito pero no me olvido más”, agrega.
La historia del Mercedes-Benz 300 SL y Juan Manuel Fangio, comenzó en 1957. En oportunidad en que el balcarceño estaba en Londres, y uno de los salones del famoso Hotel Dorchester, se realizaba la presentación oficial del vehículo. Fangio estaba en el evento acompañando a los directivos de Daimler-Benz AG, y en un momento surgió la invitación para que se siente en el interior. Dicen que a Fangio el auto lo enamoró inmediatamente, entonces se enteró que la razón por la cual lo habían invitado al evento, era que le pensaban obsequiar uno similar. Así fue que al año siguiente, en 1958, cuando Fangio llegó a Europa llevando a Juan Manuel Bordeu como su pupilo en las pistas, comenzó a trasladarse por todo Europa con ese automóvil.
Fue en 1960 cuando Juan Manuel Fangio decidió traerse el Mercedes-Benz 300 SL a Argentina. Lo ingresó como trofeo, y comenzó a usarlo como su auto particular preferido. Hasta que, como bien cuenta su sobrino, la alta velocidad que desarrollaba el auto, su sistema de frenos y la dinámica del tránsito de la época, en el que no había automóviles tan veloces, lo llevaron varias veces al quíntuple a bajar a la banquina porque los demás automovilistas no estaban acostumbrados a compartir las rutas con vehículos de esa performance. Fangio empezó a discontinuar su uso por razones de seguridad, y sus viajes pasaron a ser sobre autos de serie de la misma marca, pero ya no con el Roadster.
En 1981, cuando el museo ya estaba en construcción, Fangio tuvo un desvanecimiento por problemas cardíacos durante un viaje para una demostración en Dubai, y fue ese episodio el que aceleró una decisión que ya tenía tomada hacía un buen tiempo, y que era donar todo su patrimonio deportivo a la ciudad de Balcarce, para que forme parte del Museo.
Entre todas esas piezas compuestas por trofeos, plaquetas, indumentaria, etc, estaba este Mercedes-Benz 300 SL. Esa donación había sido al pueblo de Balcarce, pero una vez que el Museo comenzó a funcionar y estaba consolidada la Fundación Fangio, él mismo decidió que ese patrimonio que había donado a la ciudad, pasara a manos de la Fundación. Esto se materializó diez años después, en 1993. Sin embargo, el auto nunca dejó de estar registrado a nombre de Juan Manuel Fangio.
“Todo lo que representa ese vehículo, en todos los aspectos de la vida de Juan, es muy fuerte. Es un auto absolutamente representativo de la relación que tuvo él con Mercedes-Benz. Para mí es una tristeza enorme que se haya ido y se venda, como lo es para todo el pueblo de Balcarce, al que Juan le había donado sus pertenencias, y para la Argentina, porque ese auto debería quedar para siempre aquí”, cierra Juan Manuel Fangio II.
La base de la subasta del auto no fue publicada, con lo que no es posible saber en cuánto se venderá finalmente, aunque los conocedores del ambiente, calculan que podría superar los cinco millones de dólares. En las fotos que RM Sotheby’s ha publicado, se pueden apreciar los tapizados originales del Mercedes-Benz 300 SL cuarteados por el uso que hizo Fangio durante los siguientes años en los que se trasladaba en él por las rutas argentinas, también una valija, del mismo color del tapizado interior, que usaba Fangio para su equipaje.
En marzo se sabrá el valor que tuvo para todo el mundo como pieza única de enorme significación histórica. El costo que significa como pérdida para el Museo Juan Manuel Fangio, no se puede calcular.
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