Saber que Ferrari tendrá su primer auto completamente eléctrico para 2025, causa tanta expectativa como la que hay puesta sobre la llegada del Ferrari Purosangue, el primer SUV que la casa de Maranello presentará al mundo después del verano europeo de 2022, y del cual ya está inundada la red de fotos espía y de renders externos. Nada es oficial en cuanto a su diseño, y esa es parte de la magia y la expectativa.
Pero el paso a un deportivo a batería, siendo que una de las cualidades más amadas de los autos creados por Enzo Ferrari es el sonido de sus motores de combustión interna, particularmente de sus emblemáticos V12, será un antes y un después.
A fin de año, la renovación de parte del plantel técnico que ha realizado Benedetto Vigna, el nuevo CEO de Ferrari, fue parte de esa transformación. La contratación externa del diseñador del Iphone, Jony Ive y su estudio LoveFrom un par de meses antes, ya había dado algunas pistas de semejante movimiento.
Para ellos, hacer un superdeportivo eléctrico no puede ser un paso en falso, como nada en Ferrari, donde cualquier tema es un “asunto nacional”, pero particularmente esta apuesta, tiene que poner a la marca en el escalón más alto de ese segmento también, porque es un mandato histórico.
Con el nombre de GTO, en 1985 comenzó a gestarse un auto que cambiaría la historia de Ferrari. Por orden del mismísimo Enzo Ferrari, se diseñó el que debía ser el auto más rápido del mundo, y así nació la F40 en 1987, el primer superauto de la historia, para derrotar a los Porsche que habían ganado los campeonatos de F1 de 1984 y 1985, “cuando ellos debían estar detrás nuestro”, según los furiosos reclamos que il Commendattore le hizo en ese entonces a sus ingenieros.
¿Cómo tendría que ser el Ferrari eléctrico entonces?
Se han comenzado a ver ideas, conceptos e incluso inventos. Algunos muy futuristas, otros completamente Vintage. Ninguno es oficial, pero todos pretenden mostrar que un Ferrari no puede ser parecido a ningún otro auto deportivo.
Entre estas muestras, en las últimas semanas vio la luz una segunda versión de algo que ya se había publicado un año atrás en redes sociales. La creación es un trabajo conjunto de dos artistas del diseño automotriz, quiénes exhiben periódicamente sus creaciones en Instagram. Ellos son @colorsponge y @ashtorp. Ambos concibieron una especie de Ferrari EV llamada Evinetta, en el que se intenta combinar la plataforma eléctrica de batería y motor de un Tesla Model S, el más deportivo de la marca de Elon Musk, y un diseño derivado del Ferrari Berlinetta de 1973.
El auto es extraño, hasta incluso bastante feo para ojos de muchos de quiénes han opinado en los posteos de redes sociales, pero lo interesante de la propuesta es comprobar, una vez más, que el potencial de un auto eléctrico para crear formas poco convencionales, es enorme.
La ausencia de transmisión, de escapes, y de un volumen mecánico tan grande como el que requiere un motor de alta performance como podría ser el V12 de aquella Berlinetta, y el tamaño compacto de un motor eléctrico, o de una batería que ocupa una superficie plana y extensa como todo el piso de un automóvil, hacen posibles formas que no se hubieran podido pensar en un auto de motor de combustión interna.
Crear un auto que haga historia debe ser la tarea más difícil para los responsables de encabezar el ingreso de Ferrari a la electrificación total de sus productos. Ese desafío es para los directivos, los ingenieros, pero sobretodo para las nuevas plumas de Maranello, quiénes deben asumir una responsabilidad gigantesca de tener éxito. Y si lo consiguen, el auto quizás debería llamarse Ferrari F80, un antes y un después en los autos de Cavallino Rampante, como fue aquel F40, cuatenta años atrás.
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