Como buena organización japonesa, todo empezó con mucha anticipación y método. En febrero de 2020 nació el programa MEGURI 2040, impulsado por The Nippon Foundation, una organización, que persigue desarrollar la tecnología autónoma para la navegación marítima. El programa consta del apoyo a cinco compañías, para trabajar desde distintas perspectivas en el proyecto, y se había propuesto comenzar con las demostraciones entre los meses de enero y marzo de 2022.
Y así ocurrió. El 17 de enero, el Ferry japonés Solieil, un barco de 222 metros de eslora, capaz de navegar a 26 nudos de velocidad máxima (unos 50 km/h), completó el primer viaje jamás antes realizado por un buque de manera completamente autónoma. El trayecto que unió el barco fue 240 km, entre los puertos de Shinmoji y Iyonada, fue realizado en 7 horas de navegación autónoma, incluyendo la salida y la entrada de muelle.
El ferry estaba equipado con un sistema de análisis de imágenes de sensores de alta precisión, con cámaras infrarrojas capaces de detectar otros barcos incluso en la oscuridad, un sistema de navegación de barcos automatizado SUPER BRIDGE-X, que puede evadir automáticamente, además de su capacidad de atraque/desatraque de puerto automatizado avanzado. El sistema de operación puede realizar movimientos de giro y retroceso que son incluso difíciles para embarcaciones tripuladas.
El barco fue construido en 2020 y comenzó a navegar con una tripulación a bordo en julio de 2021, recopilando datos para el desarrollo de un sistema de navegación de barcos totalmente autónomo. Mitsubishi Shipbuilding Co. es la responsable de la integración de todo el sistema de automatización, mientras Shin Nihonkai Ferry Co. está a cargo de configurar el buque.
Apenas una semana más tarde, la empresa de transporte marítimo de cargas Mitsu OSK Lines (MOL), dio el segundo paso, al realizar el primer viaje de un carguero de containers de manera autónoma también. El barco se llama Mikage, y el trayecto fue de unos 300 km, entre los puertos de Tsuruga en la prefectura japonesa de Fukui, y el puerto de Sakai, en la prefectura de Tottori. El viaje se realizó los 24 y 25 de enero.
Los elementos puestos a prueba incluyeron la comprensión precisa de la información de ubicación del barco, el viento, las mareas y las corrientes, además del rendimiento de manejo específico para la maniobrabilidad, la aceleración y la desaceleración, y también las reglas de navegación. Para amarrar el barco en el puerto de arribo, se utilizó un dron como complemento de la operación automatizada.
La información sobre los barcos y los obstáculos en la ruta fue recopilada por el sistema autónomo de integración de la información circundante que desarrolló Furuno Electric. Antes de hacer este primer viaje, en octubre de 2021, MOL Marine & Engineering Co realizó una prueba de verificación de seguridad utilizando su simulador 3D.
Por ser un país-isla, el transporte marítimo costero es clave para el sistema logístico de Japón, ya que transporta alrededor del 40% de la carga nacional y el 80 % de los productos básicos industriales. La investigación y el desarrollo de la navegación de barcos totalmente autónomos tienen como objetivo abordar los problemas marítimos actuales, incluida la escasez de tripulación y la prevención de accidentes. También se espera que esto se convierta en una industria del futuro, que permita volver a mostrar a Japón, como si hiciera falta, en la vanguardia en tecnología de la información y las comunicaciones, inteligencia artificial y tecnología de análisis de imágenes.
El programa tiene previsto continuar en febrero con un tercer viaje, esta vez con un carguero de mucha mayor envergadura, y con distancias superiores, que impliquen mayores dificultades para todo el sistema autónomo. Los barcos, tanto el Ferry como los cargueros, tienen tripulación a bordo, pero no son parte de la navegación en sí misma.
El sistema tampoco incluye la operación de entrada a puerto que generalmente está a cargo de los “Prácticos”, que son capitanes de puerto que se ocupan de ir a buscar los buques a mar abierto y entrarlos, como así también sacarlos hasta aguas profundas cuando salen. Esta operación suele ser bastante peligrosa para esas personas, que deben subir y bajar de los buques a sus pequeñas embarcaciones con las que unen los trayectos del puerto a las grandes naves que deben maniobrar.
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