En la biografía de Walter Isaacson sobre Albert Einstein escribió sobre el momento en que el físico condujo el auto “volador” y reveló cómo ocurrió: ganó en 1921 el Nobel de Física y se casó dos veces. Durante el resto de su vida se dedicó a buscar una teoría que unificara a la física y nunca aprendió a manejar un auto. Sin embargo, manejó uno: el “auto volador” que quedó inmortalizado en un video grabado en uno de los estudios de cine de Hollywood.
Albert Einstein había nacido en el seno de una familia judía en 1879. Fue el primogénito de Hermann Einstein y Pauline Koch. Su madre lo inspiró para tocar instrumentos musicales. También influyó mucho un tío, Jakob Einstein, que era ingeniero y le daba libros de ciencia para que los leyera. Además Jakob montó con el padre de Einstein un taller dónde llevarían a cabo proyectos y experimentos tecnológicos. Einstein se impregnó con ese espíritu inquieto y amante de la ciencia. Sin embargo, no quiso aprender a manejar un auto.
A principios del siglo pasado, Einstein trabajaba evaluando solicitudes de patentes de métodos para sincronizar relojes y otros procedimientos rutinarios. Mientras tanto, escribió estudios científicos que revolucionaron la física. Durante la Segunda Guerra Mundial tuvo que emigrar a los Estados Unidos.
El 3 de febrero de 1931, Einstein fue invitado con su segunda esposa, Elsa -quien también era su prima hermana- para visitar el estudio de cine en Hollywood, California. Al día siguiente de la visita, el diario The New York Times publicó: “El profesor Einstein fue sorprendido esta noche en una fuerte y larga carcajada. Hollywood demostró sus principios de “relatividad”, cómo hace que las cosas parezcan lo que no son, mediante el uso de un automóvil destartalado”.
En el estudio de grabación de Warnes Bros, los técnicos convencieron al profesor Einstein para que cambiara de opinión sobre no ser fotografiado y lo fotografiaron en el viejo coche con su esposa. Él no tenía ni licencia para conducir. Sin embargo, los técnicos compaginaron las imágenes y produjeron una película con un antiguo automóvil con Einstein al volante en una visita turística.
De esta manera, Einstein “condujo” por Broadway, Los Ángeles, y luego a las playas. De repente, el coche se elevó como un avión y, cuando Einstein retiró una mano del volante para señalar el paisaje, aparecieron las Montañas Rocosas. Luego el coche aterrizó en suelo conocido y el viaje continuó por Alemania, donde el físico había nacido.
Fue todo un truco de Hollywood de doble exposición, pero no era para el público. Fue solo un video que los técnicos hicieron para Einstein, quien disfrutó verla después. La película maestra fue destruida y la única copia fue entregada a los Einstein. El público general nunca lo vio.
Hasta que en 2017, Becca Bender, una mujer que trabajaba en el archivo del Lincoln Center en Nueva York, Estados Unidos, encontró la copia del video de Einstein con su “auto volador”. La copia de la película había estado allí por décadas pero había pasado desapercibida. Bender -que ahora trabaja en la Rhode Island Historical Society- la recuperó y la institución decidió hacer pública la copia del video.
El video dura 3 minutos. Bender lo encontró en una caja de viejas películas caseras, una de las cuales estaba etiquetada como “Einstein”. Increíblemente, el carrete se conservó en unas condiciones increíbles, y se decidió guardar en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, con versiones digitales en la web y se conservó también en la Universidad Hebrea de Jerusalén que tiene los derechos sobre materiales relacionado con Einstein.
Según explicó el Lincoln Center al difundirlo, la película se había producido con la combinación de dos trozos de películas entre Einstein y su esposa con las imágenes de los diferentes lugares. Por la expresión de su cara, el físico disfrutó del momento de estar conduciendo, y jugó a sorprenderse, a señalar lugares para que mirara su esposa, hacía comentarios (aunque no se escuchan porque se trató de una película muda). Al final, Einstein aplaudió.
En la biografío que escribió Walter Isaacson sobre Albert Einstein escribió sobre el momento en que el físico condujo el auto “volador” (habría sido un modelo de Ford T) y reveló cómo ocurrió: “En un estudio de Hollywood, el equipo de efectos especiales le filmó fingiendo conducir un auto parado, y luego, por la tarde, le divirtieron mostrándole cómo hacían que pareciera que iba conduciendo a toda velocidad a través de Los Ángeles, saliendo disparado hacia las nubes, sobrevolando las Rocosas, y finalmente aterrizando en la campiña alemana. Incluso le ofrecieron que interpretara varios papeles en el cine, lo cual rehusó de manera cortez”.
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