Así como las 24hs de Le Mans, las 500 Millas de Indianápolis, el Gran Premio de Mónaco o el Rally Dakar sobresalen por sobre las otras carreras de autos que se corren cada año en diversas partes del mundo, la trepada de Pikes Peak es una de esas carreras que se han destacado siempre por su particular característica también. Es una carrera contrareloj, estilo rally, en el que cada cierto lapso de tiempo, un auto larga desde la base de la famosa montaña homónima del estado de Colorado, muy cerca de Colorado Springs, en busca de llegar a la cima en el menor tiempo posible.
El recorrido tiene una extensión de casi 20 kilómetros, a través de los cuales se hacen 156 curvas y a esta carrera también se la ha conocido como “La carrera hacia las nubes”, porque la largada está a 2.866 metros sobre el nivel del mar, y la llegada nada menos que a 4.302 msnm.
Desde 1916, cuando se disputó la primera edición, cada carrera se realiza en el mes de julio, y como durante la Guerra no se pudo disputar, será en 2022, cuando se realice la edición número 100 de esta particular competencia.
Desde sus inicios, estuvieron habilitados y separados por categoría, tanto autos como motos y camiones. Pero fue en 1981, cuando se incorporó una nueva clase llamada “Unlimited”, que empezaron a aparecer en la lista de inscriptos, autos verdaderamente impresionantes. Son los prototipos que se construyeron o reformaron específicamente para esta carrera, con motores capaces de entregar potencias superiores a los 500 CV y grandes alerones para aplastar el auto contra el piso, y permitir que esa potencia se pueda transmitir al suelo.
El Audi Sport Quattro S2 fue el primero que impactó por ese tipo de diseño. El Peugeot 405 T16 de Ari Vatanen fue otro que hizo historia, pero fue el neocelandés Rod Millen, quién con un Mazda RX-7, se convirtió en uno de los mayores animadores de esa época en la que los autos parecían aviones que despegarían al llegar a la cima.
Después llegó la modernidad, y el asfalto fue ganando terreno a los tradicionales caminos de tierra de Pikes Peak, y finalmente, en 2012, se corrió por primera vez con un trayecto 100% de pavimento. Los tiempos record por debajo de los 11 minutos ya no valían, sino solo para los libros de historia, ahora se corría para tratar de bajar los 9 minutos.
En 2018, Volkswagen preparó un prototipo eléctrico llamado ID R, la misma denominación que hoy llevan los autos de calle eléctricos de la marca, y con Romain Dumas quebraron la marca de los 8 minutos que estaba en poder de Sebastien Loeb con 8m 13s 878/1000. El auto eléctrico alemán clavó el reloj en la cima de la montaña en 7m 57s 148/1000 y es la marca a la que todos quieren llegar.
Después de varios años, para la edición de 2022, Mazda está dispuesta a recuperar lo que fue suyo en algún momento. El proyecto lo lleva a cabo el famoso piloto neozelandés Mike Whiddett, quién está preparando un Mazda3, dotado de tracción trasera y un potente motor Wankel de cuatro rotores bajo el capó, que asegura, tendrá 1.200 CV.
En lo referente a la aerodinámica, los bocetos mostrados por “Mad Mike” en Instagram permiten ver que la carrocería tendrá aletas ensanchadas, un enorme alerón trasero, fundamental por la tracción posterior, y unas llantas forjadas Rotiform para reducir el peso.
Queda solo una incógnita, que es saber el desempeño de un motor sin sobrealimentación cuando supere los 3.000 metros de altura, donde hay menos oxígeno para la combustión interna de su motor. Quizás no sea posible bajar el tiempo del prototipo eléctrico, pero habrá que ver, cuán cerca o lejos termine su intento.
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