La electrificación de la movilidad no solo tiene cosas buenas para el medioambiente, también para la generación de nuevas ideas. El clásico gran dilema que los fabricantes intentan resolver día a día está en la autonomía, y muchos se preguntan por qué existe esa necesidad de hacer 1.000 kilómetros con una carga, si los autos convencionales que se usan con motor de combustión interna, difícilmente superen los 700 km y nadie hace un planteo al respecto.
La respuesta es bastante simple. Los autos eléctricos requieren paradas largas para recargar al menos el 80% de sus baterías, lo que genera una pérdida de tiempo, que para un viaje, es una eternidad. Más de media hora detenidos cargando la batería es lo mejor que se puede conseguir, si se encuentra un cargador disponible apenas se llega al punto de recarga.
Así empezaron a surgir nuevas formas de recarga que no sean enchufando el vehículo a un cargador de electricidad. Y entonces se encuentran los proyectos relacionados con el hidrógeno, que a través de pilas de combustible, generan electricidad para las baterías, y por supuesto los autos con paneles solares, que mientras avanzan, consiguen algo de carga extra para dar un rango extendido a la autonomía.
Pero el problema de los paneles solares, siempre es la superficie disponible de un auto para llevarlos. El tamaño de un techo normal es muy reducido, por eso se han desarrollado proyectos como el Lightyear One, un auto muy largo cubierto por recolectores de energía fotovoltaica, que permiten extender la autonomía del auto hasta un 30%. La otra manera de llevar paneles suficientes, es llevarlos a remolque.
Y ahí es donde aparece el proyecto conceptual que ha presentado la empresa Airsteam, muy famosa por sus casas rodantes estilo retro, presentada recientemente en el Florida RV SuperShow 2022. Se trata de su nuevo desarrollo llamado eStream, donde la letra “e”, claramente hace alusión a una electrificación del vehículo. ¿Pero qué tipo de electrificación podría tener una casa rodante que se remolca? Ese es el sectreto.
El eStream es un vehículo que, como toda casa rodante, se engancha detrás de un vehículo para ser trasladado, pero si ese vehículo es eléctrico, además de tener sus propias baterías, también puede alimentarse del mismo para adquirir energía eléctrica en dos motores, uno en cada rueda, que se impulsan independientemente, contribuyendo a que el automóvil que lo remolca consuma menos, y a la vez, que el traslado sea más seguro. Un auto eléctrico remolcando el eStream, tendrá por lo tanto seis ruedas motrices si es de tracción integral, o cuatro si es de tracción simple.
Ambos motores desarrollados por ZF, producen un total de 242 CV con 179 Nm de torque. Los motores funcionan con hasta dos paquetes de baterías de iones de litio con una capacidad combinada de 80 kWh.
“Nuestra tecnología patentada aborda la principal preocupación de los usuarios de vehículos eléctricos: la limitación del alcance. Los estudios han establecido que los vehículos eléctricos experimentan una pérdida significativa de alcance incluso cuando remolcan un remolque pequeño. La tecnología que desarrollamos conjuntamente crea una relación sincronizada entre el remolque y el vehículo remolcador, lo que permite que el remolque se mueva en armonía con el vehículo remolcador, lo que reduce el efecto de tracción requerido del vehículo remolcador. Esto, a su vez, mejora drásticamente el alcance posible de la combinación. En esencia, hemos convertido el remolque en un vehículo eléctrico. La tecnología está cambiando el juego para nuestra industria y otras”, dice Josef Hjelmaker, Director de Innovación de Thor, el proveedor del sistema para el eStream.
Y para los que preguntan por la carga de esa casa rodante, justamente está la energía solar. El eStream está equipado con paneles de 900 vatios que alimentan de energía las baterías y otros servicios a bordo, lo que permitirá a los usuarios vivir fuera de la red hasta dos semanas.
Pero lo mejor de la idea, es que gracias a tener dos motores en sus ruedas, esta casa rodante puede ser estacionada hasta en un lugar difícil de acceder para maniobrar con un vehículo remolcador. Simplemente se conecta con una aplicación a una Tablet o teléfono celular inteligente, y se maniobra con un dedo, regulando la potencia, velocidad y dirección, con una precisión que difícilmente se logre en retroceso con una pick-up o un automóvil que haga esa compleja maniobra de girar la dirección para un lado u otro para que un tráiler haga el camino deseado.
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