Algunas personas no terminan de acostumbrase a usar ese maravilloso invento que es el espejo retrovisor, y al momento de estacionar prefieren todavía girar la cabeza hacia la derecha por sobre el hombro y hacer el movimiento de acercamiento marcha atrás mirando directamente por los vidrios laterales y la luneta. También es frecuente ver personas qué, para terminar la maniobra, bajan su ventanilla y sacan la cabeza para estar seguros. Y cuando terminan de acomodar la parte trasera, en el último acercamiento al cordón hacia adelante, se estiran elevando lo más que pueden la vista, para estar seguros de poder acercarse al auto de adelante, sin llegar a tocarlo. Imaginar estas situaciones y no verse sonriendo al hacerlo, es parte del ejercicio.
Parece increíble, pero es una cuestión de costumbre y práctica, porque más allá de los espejos, que incluso adoptaron el movimiento automático hacia abajo al conectar la marcha atrás en algunos modelos, desde comienzos del siglo ya existen las cámaras de visión trasera, que empezaron como parte de un paquete Premium, pero hoy son equipo de serie de la mayoría de los modelos. Y también hay resistencia al cambio. ¿Mirar una cámara? ¿No girar la cabeza? ¿Qué es eso?
Mirar un auto de hace 20 años y uno de los actuales, permite notar el avance de la tecnología, no solo en diseño, sino en sistemas de asistencia al conductor. Desde aquella adopción de la primera cámara de visión trasera en 2001 en sus autos de lujo Infinity, Nissan ha sido uno de los que marcó el paso en esto de complementar un simple espejo con tecnología. Dos décadas después han llegado a un desarrollo llamado Nissan Inteligent Mobility (NIM), un conjunto de tecnologías que hacen de la conducción una experiencia diferente y por sobre todas las cosas más segura, y se pueden encontrar en el nuevo Nissan Kicks Exclusive CVT, como también en el Leaf, Sentra, Versa, Xtrail y Frontier.
Dentro de este sistema NIM, el ítem reservado a la seguridad y asistencias al conductor, se denomina Safety Shield, que consta de un paquete de soluciones tales como cámaras de visión periférica 360°, alerta de tráfico cruzado trasero, alerta de punto ciego, alerta predictiva de colisión frontal, frenado inteligente de emergencia, y asistente de luces altas.
Las cámaras están situadas en el frente, debajo de la insignia de la parrilla, en la parte superior del parabrisas, en la parte inferior de los dos espejos retrovisores externos y junto al accionamiento del portón trasero. Con estas cámaras combinadas con los sensores de los paragolpes, y la sincronización con el volante para calcular el ángulo de retroceso, estacionar es la tarea más sencilla del mundo, aún en un ángulo difícil por su estrechez o por tener obstáculos de ambos lados.
Pero uno de los puntos distintivos que se pueden encontrar en el Nissan Kicks es el modo de anunciar que hay vehículos en el punto ciego lateral. Frecuentemente, esa señalización se puede ver a través de una señal luminosa en el vidrio de cada espejo, pero Nissan lo alojó en el interior del auto y con mayor tamaño. Se trata de una superficie de unos 6 cm2 de color ambar, ubicada en el triángulo interior del espejo, dentro del habitáculo. Aunque parezca un detalle menor, el modo del aviso, titilante, el color de la alerta y la sensibilidad con la que se acciona, contribuyen mucho mejor a advertir la presencia de un automóvil en los laterales, sin siquiera tener que mirar el espejo.
Las herramientas que la tecnología le ofrece al automovilista actual son verdaderamente maravillosas, y la evolución de una idea hasta perfeccionarla, es asombrosa. Hoy podemos encontrar una versión con caja automática en gran parte de los modelos, cuando hasta hace poco, un auto con transmisión de esas características era algo no tan popular, no solo por lo costosa, sino porque tenía la resistencia del prejuicio. Y así como la mayoría de los conductores que prueban un par de días una caja automática de nueva generación, no quieren volver más al viejo y querido embrague, quién se acostumbra a conducir con sensores de punto ciego y cámaras que cubren el perímetro completo del auto, difícilmente quieran regresar al espejo retrovisor para estacionar.
Claro que siempre estarán los románticos de la “caja en H”, el punta y taco y los motores de combustión interna. Y está bien que así sea.
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