Nació en 1948 como Volkswagen Tipo 2, ya que el Tipo 1 era el famoso Escarabajo. Pero se empezó a fabricar a mitad del siglo XX, justo en 1950 y aunque su denominación técnica fue T1, se conoció como Kombi Volkswagen. Estaba equipada con un motor bóxer de cuatro cilindros, refrigerado por aire, que estaba alojado en la parte trasera. Era capaz de entregar solo 25 CV de potencia por lo que apenas alcanzaba una velocidad de 80 km/h. Podía llevar hasta 760 Kg ya sea en la versión de pasajeros como en la de cargas. Por su aspecto, su economía y robustez, fue tomada como un auto ideal para camping, lo que permitió que se convirtiera en casa rodante de dos generaciones completas entre 1960 y finales de la década del 70, años durante los cuales solo tuvo una mejora estética que no cambió su fisonomía tan particular.
Justamente en 1979 llegó el primer cambio sustancial, hacia formas más cuadradas o al menos menos redondeadas, la VW T3 tenía aspecto moderno, pero perdió la mística y sus evoluciones llegaron hasta mitad de la década pasada cuando dejó de producirse.
La excusa de los autos eléctricos, fue perfecta para que en Volkswagen le den vida otra vez a la Kombi añorada por tantos amantes del campamento. Pero como será eléctrica, tendrá la denominación que la plataforma de autos enchufables tiene en la marca alemana. Salvo que lo cambien, por ahora se llamará ID. Buzz, y desde la presentación de los primeros renders hasta la exhibición en público del concept car que incluye la versión futura de conducción autónoma, se ha convertido en una de las más esperadas novedades de la industria automotriz para 2022.
Ahora ya tiene fecha: el 9 de marzo, el mundo conocerá la versión definitiva de la Kombi Volkswagen, que pondrá un producto eléctrico en un segmento al que pocos le prestan atención ante la explosión de demanda de los SUV: los monovolumen.
Comprada con el crossover ID. 4, la Kombi eléctrica será 10 centímetros más ancha y más larga, pensada para que siga siendo capaz de entrar en un garage convencional. Es más alta, claro, pero tampoco tanto ya que tendrá 1,9 metros de piso al techo.
Si bien las especificaciones técnicas se conocerán en la presentación, se sabe que tendrá opción de ir desde los 145 CV a los 205 CV, con una batería de 111 kWh que le permita superar los 500 km de autonomía.
Normalmente, los autos que se prueban en su fase final previa al lanzamiento, se tapan con todo tipo de camuflajes, y se han visto desde lonas con espacios mínimos para la visibilidad de los testers, hasta ploteos con distracciones visuales que confunden para adivinar formas. En el caso de Volkswagen, haciendo pruebas invernales en países nórdicos, se han visto unidades sin camuflaje evidente, pero lo que muestran no es la verdad tampoco. Ópticas falsas, parrillas de otros modelos, luces pegadas sin función alguna en los paragolpes, son algunos de los aspectos que no serán como se han dejado ver públicamente.
El interior es un misterio, porque lo que se mostró en los concept car ha sido el diseño del vehículo que llegará con la conducción autónoma, de modo que las características Premium que se anuncian para el ID. Buzz serán todo un descubrimiento. Aunque hay una idea conceptual en los ID. 3 e ID. 4 actuales, donde las pantallas y el head-up display seguramente tendrán protagonismo, y un espacio interior aprovechando la superficie plana de la plataforma eléctrica, permitirá una distribución modular seguramente mucho más versátil que la de los SUV.
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