Hace pocos días, Antonela Roccuzzo, la esposa de Lionel Messi, fue noticia por postear en su cuenta de Instagram, una foto que mostraba la bajísima temperatura que hacía en París, desde la cabina de su MINI Cooper SE Eléctric. Llamó la atención por la protagonista, poco adepta a este tipo de publicaciones, pero también por el auto, que como es bien sabido, tiene un diseño muy particular e identificativo.
El MINI Cooper SE Electric es la versión enchufable de este particular vehículo, y ha sido además, el que mejores ventas tuvo en todo el año 2021, entre las distintas versiones del MINI Cooper, que por cierto, no son pocas. El modelo eléctrico experimentó un incremento de ventas superior al 95% respecto al 2020. Es sin dudas, la versión más atractiva para los usuarios de un auto con mucha historia, a la que se asocian, entre otros, los mismísimos Beatles.
En general, el MINI es considerado un vehículo con mucho valor aspiracional, por lo tanto, la ampliación de la gama a una versión eléctrica no ha afectado mucho su potencial de ventas, ya que aunque los autos a batería tienen un precio más elevado que sus similares con motor de combustión interna, el MINI de por sí es un producto costoso. De hecho, por esas mismas cualidades que representa como producto fuera de los estándares convencionales, una versión enchufable no hace otra cosa que potenciar ese posicionamiento en el mercado de los autos especialmente apetecibles.
Estéticamente, el MINI Cooper SE Electric se distingue a simple vista por su parrilla cerrada, típica distinción de auto eléctrico que no necesita darle entrada de aire al radiador de agua del motor. Además, se extendieron más partes negras en el frente, incluyendo el aro alrededor de las ópticas, y se reemplazaron las luces suplementarias por dos entradas de aire verticales delante de las ruedas. Atrás, los faros traseros con la bandera inglesa representada parcialmente son un toque de distinción y detalle que sobresalen a simple vista.
Como opcional, el techo también puede estar pintado con un degradé de tonos distintos a la carrocería, con un sistema llamado por ellos mismos como Spray Tech, que aplica la pintura sobre otra que todavía está fresca, generando múltiples combinaciones, y mayores chances de personalización. Esta versión eléctrica utiliza un llamativo color amarillo en un aro exterior de las llantas, en la carcasa de los espejos retrovisores, en el logotipo Mini Electric y en los logotipos S.
Pero el gran cambio del MINI al MINI eléctrico, está en su interior. Al nuevo diseño de volante, se suma un panel digital de 5 pulgadas en colores delante del conductor, donde se pueden ver la velocidad, el nivel de carga de la batería, la autonomía, el kilometraje, la temperatura y las instrucciones de navegación.
Y en el centro del tablero, como estuvo siempre, el típico reloj redondo es ahora una pantalla igualmente circular de 8,8″, dotada de un nuevo sistema operativo, mucho más intuitivo, mientras que los tradicionales botones para las luces de emergencia y los sistemas de asistencia a la conducción cambiaron de posición y ahora están dentro de la unidad circular.
A nivel de propulsión, la versión 100% eléctrica tiene una potencia de 184 CV, con un batería de 32,6 kWh que promete una autonomía de entre 226 y 233 km. No es un valor demasiado alto, sino más bien todo lo contrario, pero como los propios fabricantes dicen, es un auto de uso urbano y para eso, más de 200 km ya es suficiente para evitar agregar peso al auto. Aunque aseguran que habrá un nuevo sistema de baterías modulares que podrá extender esos valores actuales en poco tiempo.
De todos modos, tiene dos niveles de recuperación de energía, que regenera electricidad con el uso del motor como freno. El sistema más agresivo, que es además el que viene por defecto, es tan efectivo que para conducción normal en el tránsito, y sin mediar una frenada brusca o inesperada, el auto puede circular por las calles sin que se pise el pedal de freno, ya que el freno motor realmente es fuerte. En el otro modo, más suave, se pueden elegir entre cuatro opciones de estilo de conducción, en las cuales recupera menos energía con el motor y requiere la acción del freno sobre las ruedas.
Comparado con la versión de combustible fósil, el SE Electric está elevado casi 2 centimetros más del piso, aunque, por la forma de su batería y la disposición del motor eléctrico, tiene el centro de gravedad 3 centímetros más bajo que el modelo convencional.
Y un último detalle que no puede pasar desapercibido en el MINI eléctrico está en el remate. Visto de atrás, el paragolpes tiene un nuevo diseño, donde hay un gran ausente: la típica doble salida de escape central, que como cuentan en el departamento de diseño de MINI en BMW, estaba inspirado en la forma de una lata de gaseosa. ¿La razón? Un olvido al momento de presentar la maqueta de madera y arcilla en el lejano año 2000, cuando llegó el momento de mostrar el modelo conceptual terminado, y descubrieron que habían olvidado hacer la salida del escape.
Historias que merecen ser contadas, pero que ya no aplican para un auto eléctrico.
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