En 1959, un ingeniero llamado Nils Bohlin, parte del staff técnico de la compañía sueco Volvo, inventaba el cinturón de seguridad de tres puntos. Desde entonces, millones de vidas se han salvado gracias al cinturón de seguridad, y gracias a que los suecos decidieron liberar la patente para que el resto de marcas pudieran aumentar la seguridad de los ocupantes utilizando ese dispositivo.
Ahora, más de 60 años después de ese gesto de Volvo para la humanidad, es otra vez la marca sueca, la que anuncia que está muy cerca de fabricar el primer auto para uso particular, que tendrá un sistema de conducción autónoma de Nivel 4, es decir, que no requerirá intervención humana.
Claro que no es el primero en hablar de esta movilidad sin supervisión, porque Tesla lo ha hecho ya, Honda también con su modelo Legend, y recientemente Mercedes-Benz, ha recibido la homologación para poder utilizar su sistema Drive Pilot en ciertos tramos de autopistas en Alemania. Pero todos esos sistemas son de Nivel 3, lo que significa que pueden conducirse solos, pero necesitan una persona sentada frente al volante para intervenir en determinadas situaciones, o para retomar el comando cuando esos sectores previamente escaneados por su sistema, hayan sido recorridos y el viaje continúe por otros en los que la conducción autónoma no está permitida.
Pero Volvo está un paso más adelante. Su sistema de conducción autónoma no supervisado Ride Pilot, estará equipando a su nueva generación de SUV eléctricos, que sean comercializados inicialmente en el estado de California, donde la conducción autónoma tiene autorización para ser utilizada. Tras haberse filtrado su posible nombre unas semanas atrás, Volvo pretende que su modelo Embla, que reemplazará al XC90, se convierta en el primer auto que se pueda utilizar sin supervisión.
Actualizaciones de seguridad inalámbricas, cinco radares, ocho cámaras, dieciséis sensores ultrasónicos, software desarrollado juntamente con la empresa Zenseact y un sensor Iris LiDAR de vanguardia, son las excusas que los suecos ponen para asegurar que el Volvo Embla podrá manejarse solo.
Una vez que se haya verificado su seguridad en ese estado norteamericano, primero en autopistas, y después en zonas más complejas, Volvo quiere extenderlo al resto de los EE.UU. y Europa, donde actualmente se están haciendo pruebas en algunas zonas no urbanizadas de la red de caminos de Suecia.
Siempre destacada como marca que pensó por sobre todas las cosas en la seguridad, Volvo quiere ser pionero en una nueva escala de desarrollo tecnológico. Por esa razón, y una vez completadas las pruebas de seguridad, el Ride Pilot estará disponible como una suscripción adicional de sus vehículos. Esa es una manera de controlar su uso y eventualmente poder intervenir si es necesario con una interrupción de esa suscripción. Dar el paso a los autos sin supervisión humana directa, es un paso en el que no se puede fallar.
Según ha dicho Ödgärd Anderson, CEO de la compañía, “ofrecer un nuevo estándar de seguridad para la industria requiere un nivel de pruebas y verificación rigurosas que se expandirá a nivel mundial. El software de Zenseact AD juega un papel fundamental en este nuevo estándar y en el camino hacia los cero accidentes”.
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