Además de Toyota y BMW, Hyundai es el otro gran fabricante mundial de automóviles, que hasta aquí ha llevado adelante un gran programa de desarrollo de la tecnología de pila de combustible de hidrógeno como opción para generar energía para sus autos eléctricos. De hecho, las tres marcas tienen un modelo que se mueve con esta tecnología.
El más famoso es el Toyota Mirai, y en el caso de Hyundai, el vehículo que se alimenta a hidrógeno es el Hyundai Nexo, pero ya había anunciado que el próximo modelo de su marca de lujo, Genesis, sería propulsado por pila de combustible de hidrógeno.
En septiembre pasado, Hyundai había revelado una estrategia de hidrógeno con el objetivo de una penetración significativa en los mercados comercial y de pasajeros para 2040. El camino hacia ese objetivo era la nueva celda de combustible de tercera generación para 2023, pero una reciente auditoría parece haber mostrado, tras apenas un año de los cuatro proyectados para el desarrollo de esta nueva versión, que los resultados no serán los esperables.
Pero ahora, si bien no retroceden sobre sus pasos eliminándolo de sus proyectos de I+D, se ha decidido ponerlo en una pausa indefinida para evaluar la situación y tomar las decisiones que sean necesarias. Según los analistas de la industria, con mayor conocimiento del desarrollo del hidrógeno, la relativamente baja demanda de ventas que ha tenido el auto de pila de combustible, los altos costos e la aún bastante pobre infraestructura de recarga, han sido factores determinantes de la decisión de Hyundai para no seguir avanzando con él. Pero especialmente, la cuestión de fondo parece radicar en el costo de la tecnología, que no consiguen bajar como esperaban.
Hyundai interrumpió el proyecto del Genesis de pila de combustible de hidrógeno previsto para 2025, a la vez que anunció con pocos días de diferencia, la decisión de cerrar su departamento de desarrollo de motores de combustión interna, con lo que está poniendo fecha de caducidad a la fabricación de plantas motrices térmicas también.
“Puede haber un milagro. Pero sería un milagro. La cuestión sería obtener otro catalizador que no sea de platino en el electrodo de carbón de la celda de combustible. Pero ese es el gran problema de los autos que se impulsan por pilas de hidrógeno”. La frase pertenece al experto argentino, Arnaldo Visintin, fuente de consulta constante en temas de movilidad sustentable. “Esa sería la solución para que las celdas de combustible equiparen a las baterías de litio”, agrega en diálogo con Infobae.
¿Cómo funciona la celda de combustible de hidrógeno?
Este tipo de generación de energía eléctrica, usa el hidrógeno como combustible. Las celdas de combustible conocidas como PEM (Proton Exchange Membrane), las cuales necesitan como combustible hidrógeno (H2) y oxígeno (O2) en fase gaseosa, y generando como producto de reacción solo vapor de agua (H2O).
“El hidrógeno entra a uno de los electrodos, que es el ánodo, donde se oxida, transformando el hidrógeno en un ion positivo. Pasa una membrana que transporta el hidrógeno hasta llegar al cátodo, donde se encuentra con el oxígeno que viene del aire. Ahí se produce una molécula de agua, H2O, y electrones. Esos electrones son los que dan energía al sistema. Es una reacción electroquímica, por eso, no es una reacción de combustión. Pero no se han logrado mejorar los electrodos todavía, y esa es la limitación que tiene”, explica Visintin.
Sin embargo, no todos los desarrollos de hidrógeno quedan detenidos, ya que siguen sosteniendo que es una energía muy eficiente para el transporte pesado, tanto de cargas como de pasajeros, y sus programas continúan adelante, como los camiones movidos por hidrógeno como los Hyundai XCIENT Fuel Cell y el concept HDC-6 Neptune, además de los buses urbanos que están en fase de ensayo en varias ciudades de Europa.
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