Cuando se cuestiona la autonomía de un automóvil eléctrico, y se hace hincapié en la preocupación que tienen los usuarios respecto a tener que pensar en cargarlo a mitad del día, la respuesta que se recibe es que para el uso urbano más frecuente, que sería algo así como salir de casa, eventualmente llevar a los chicos al colegio, de ahí dirigirse al trabajo y al final del día, recorrer en mismo camino inverso, una autonomía de 300 kilómetros es más que suficiente.
Pero esa respuesta es cortoplacista porque en verdad, de lo que se trata, es de reemplazar la movilidad de autos impulsados por motores de gasolina derivada del petróleo, por motores eléctricos que se puedan utilizar en todo momento y para toda utilidad, y no solo para traslados urbanos.
Por esa razón, la mayoría de los fabricantes siguen empeñados en desarrollar sistemas más eficientes, aunque hay otros que paralelamente trabajan en algún sistema de baterías recambiables para que en lugar de perder tiempo recargando, el viaje continúe con una batería en reemplazo de la que perdió su carga.
Mercedes acaba de presentar el vehículo más brillante en ese aspecto, al menos hasta ahora, capaz de hacer 1.000 kilómetros con la batería cargada al 100%. Su nombre es Mercedes-Benz Vision EQXX, que además de su sofisticado equipamiento eléctrico, tiene una de sus virtudes en el diseño aerodinámico de sus líneas.
La energía que requiere un auto para moverse, es la que consume su peso, su fricción con el piso, y su fricción contra el aire que desplaza, y es ahí donde este concept car presentado el 3 de enero, tiene un protagonismo absoluto para lograr esos 1.000 km de autonomía.
Para los conocedores del tema, hay que señalar que el Mercedes-Benz Vision EQXX, tiene un coeficiente aerodinámico de 0,17 cx. Para los que no tengan referencia de ese valor, vale señalar que un superdeportivo promedia un 0,22 cx, una berlina deportiva está cerca de 0,29 cx y una pick-up supera los 0,35 cx.
El Vision EQXX no es una berlina de grandes dimensiones sino un auto de segmento D que está pensado para aportar soluciones a la plataforma MMA de autos eléctricos que Mercedes planea lanzar en 2024, que será la que utilicen en autos eléctricos compactos o de segmento C, y medianos o segmento D.
Pero más allá de la forma, se ha trabajado también en reducir otro de los factores que afectan el consumo, como es el peso. La estructura es la más voluminosa pieza única de aluminio jamás antes fabricada por Mercedes, pero también los paneles de puerta son de un compuesto creado con plástico y fibra de carbono, y el techo es un gran panel de energía fotovoltáica que alimenta directamente la batería del auto y le añade unos 25 kilómetros de energía adicional por día.
La comparación con el Mercedes eléctrico EQS, es inevitable. Las baterías del Vision EQXX tienen un volumen un 50% inferior y son un 30% más livianas, pesando 495 kg. El motor eléctrico rinde 204 CV (150 kW) y el peso del automóvil es de 1.750 kg.
En su interior, el auto está construido con materiales ecológocos y reciclados en la mayor cantidad de componentes que se ha podido, para mantener la filosofía de sustentabilidad como un concepto integral. Así, hay tapizados veganos, alfombras de fibra de bambú, y algunos elementos están construidos a partir de botellas recicladas. La tecnología va a la par, con una pantalla 4K de 47,5 pulgadas, que va de punta a punta del tablero transversalmente, y como ya se había anunciado a mitad de año pasado, el sistema de infoentretenimiento tiene algunas funciones inteligentes que imitan el funcionamiento del cerebro humano, lo que ayuda a mejorar la experiencia del usuario.
Parece un Mercedes del futuro, pero no tan lejano. Ni por su forma, ni por sus soluciones, ni por su tecnología. El Vision EQXX más que un concept parece un anticipo de un auto que muy pronto se verá recorriendo calles y rutas normalmente.
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