Elegir un 28 de diciembre para dar una noticia impactante, es verdaderamente audaz. Existe el riesgo de no ser tomada en serio o declarada una fake news, pero a pesar de ser el Día de los Santos Inocentes, en el mundo pasan cosas, inevitablemente, y muchas de ellas tienen su impacto.
En la ciudad de Skellefteå, al norte de Suecia, y a solo 200 km al sur del Círculo Polar Ártico, el 28 de diciembre se produjo un hito para la industria automotriz europea, al salir por primera vez de producción una celda de batería para autos eléctricos íntegramente fabricada en Europa, y no fue una broma, sino un hecho trascendente, porque aunque Europa sea el continente que mayores esfuerzos para impulsar la energía eléctrica como forma de movilidad que contribuya a descarbonizar el medio ambiente, todavía no tenían una fábrica de baterías.
En agosto de 2021, hace muy poco tiempo, la empresa sueca Northvolt había anunciado que antes de finales de año, habrían iniciado la fabricación propia de baterías para automóviles eléctricos. Por eso, si fue el 28 de diciembre, poco les debe haber importado, porque el tiempo corría y ya quedaban solo tres días para terminar el año y debían cumplir su promesa.
Este es el primer paso para poder comenzar a entregar celdas de baterías para automóviles desde las primeras semanas de este mes de enero de 2022, tal cual los compromisos asumidos con empresas de la envergadura de BMW, Scania, Volkswagen, Volvo Cars y Polestar.
La celda de la batería se desarrolló en Northvolt Labs, la fábrica de industrialización de Northvolt en Västerås, Suecia, que ha estado en producción desde principios de 2020. En los próximos años, la capacidad de producción en Northvolt Ett aumentará a 60 GWh por año para cumplir con más de 30 mil millones de euros en contratos que Northvolt ha comprometido con esos clientes de la industria.
Pero lo más importante de este acontecimiento, es que al comenzar la fabricación integral de baterías de iones de litio en un país europeo, empieza a producirse un proceso de independización de China por parte de la industria automotriz del continente. China es hasta ahora el productor mundial más grande de baterías, de la cual se proveían todas las fábricas europeas. Con la crisis energética del gigante asiático, y con las restricciones de producción que tuvo durante 2020 y 2021 por la pandiemia, quedó expuesta como nunca antes, la dependencia de materias primas para producir autos sustentables a batería.
De hecho, el incremento del costo de flete ha sido otro de los grandes escollos que encontró la industria europea para traer componentes desde China, ya que debió absorber aumentos de hasta 10 veces el costo anterior a la pandemia, intentando no trasladarlo al precio de venta de los automóviles.
La planta sueca de Northvolt es apenas la primera de la empresa, que montará otra en Gottemburgo, donde están las sedes de Volvo y Polestar; y en Alemania, países donde fabrican BMW y Volkswagen. Actualmente, en plantas de origen chino instaladas en Europa, se produce apenas el 3% de las baterías que equipan a autos fabricados en el continente. El objetivo primario de Northvolt es ser el fabricante de al menos el 25% de las baterías que equipen a autos eléctricos europeos para el año 2030. Esto significaría producir 1.000.000 de baterías al año.
Mientras tanto, en EE.UU., tanto Ford como General Motors han comenzado a hacer fuertes inversiones en fábricas que les permitan tener la cadena de provisión completa, imitando el camino del precursor, Tesla, que está próximo a abrir su primera fábrica de baterías en Europa.
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