Parece que hubiera una realidad paralela o en su defecto, una incorrecta lectura de la realidad. Mientras los autos eléctricos en todas sus variantes que incluyen por supuesto los híbridos enchufables, son el centro de la escena para la industria, y una de las principales preocupaciones de los gobiernos comprometidos con desacarbonizar el medio ambiente, las estadísticas permiten tomar algo de distancia, y al ver en perspectiva el estado de la movilidad individual en esos mismos países, notar que efectivamente no será tan sencilla como parece la transición a los autos sustentables impulsados por baterías.
La Asociación Europea de Fabricantes Automotrices (ACEA), publicó un interesante informe, que incluso podría ser un ejemplo aplicable a los países de nuestra región Latinoamericana, en el cual se relaciona la adquisición de un auto con tecnología eléctrica, con el producto bruto interno per cápita de cada país de ese continente.
Que los autos eléctricos son costosos no es novedad, así como tampoco es novedad que la mayoría de los países más desarrollados de Europa, incentivan la compra de este tipo de automóviles a través de subsidios o planes que reduzcan algo esa brecha entre el costo de un auto con motor de combustión interna y uno con baterías. Ese ha sido el camino que han encontrado para que más usuarios tengan acceso a hacer el cambio si está en su deseo.
Lo que muestra el informe de ACEA es que en países con un PBI por persona más alto, la tasa de ventas de autos eléctricos puede llegar hasta el 30% del total de autos nuevos, pero en países con una renta anual individual baja, ese porcentaje no alcanza siquiera al 1%.
Para ser más concretos, según las cifras de 2020, y a la espera de la confirmación de la actualización de 2021, ACEA dice que el 73 % de todas las ventas de automóviles eléctricos están concentradas en solo cuatro países de Europa Occidental con algunos de los PBI más altos, mientras que en el otro extremo, en Chipre, solo se vendieron 42 coches eléctricos, lo que representa apenas un 0,5 % del mercado continental.
Suecia es el país con mayor cantidad de autos enchufables de Europa, con un 32,2% y una renta promedio individual de 45.000 euros por año. A pesar del furor por las bicicletas y de una renta per cápita mayor a la de Suecia, los Países Bajos está en segundo lugar en el porcentaje de autos nuevos eléctricos, con el 25% del total de automóviles vendidos. Finlandia y Dinamarca no llegan tampoco al 20% de autos eléctricos nuevos, con un 18,1% y 16,4% respectivamente, aunque los daneses tienen una renta personal anual de 53.400 euros, lo que podría permitir una cuota mayor. Sin embargo, Dinamarca es uno de los pocos países que no promueve subsidio alguno para la compra de un auto eléctrico. El otro comprador de autos enchufables que entra all Top 5 es Alemania, con un ingreso individual anual de 40.000 euros, y una participación del 13,5% de autos eléctricos entre los 0 km de 2020.
El otro lado, Francia ha alcanzado el 11,2% de autos enchufables con un ingreso per cápita de 34.000 euros al año, España tiene apenas el 4,8% con una renta individual de 24.000 euros, algo similar a Italia, mientras que Portugal tiene una renta menor, pero una participación mayor de autos enchufables en el mercado de los 0 km con un porcentaje de 13,5%.
Estas estadísticas demuestran que todavía es difícil acceder a comprar un auto que deba ser conectado a la red eléctrica, pero no solamente por el precio, sino también por otros factores, como la infraestructura eléctrica de cada país y los incentivos de los gobiernos para el acceso. Es el único modo de explicar por qué en algunos estados con un nivel de vida más holgado, se han vendido menos autos eléctricos que en otros donde la posibilidad desde el aspecto económico es menor.
Como han planteado varios organismos y especialmente algunas fábricas de automóviles, la mayor parte del peso de la Unión Europea parece recaer sobre los hombros de la industria, pero la infraestructura privada y pública, y la intervención de los gobiernos para contribuir con una reducción del precio de venta, es fundamental para seguir soñando con tener un continente neutral de emisiones para 2050.
Si esa es la problemática que enfrenta Europa, solamente con observar la infraestructura eléctrica de los países de nuestra región, y los precios de los autos eléctricos, que en su gran mayoría son importados, se podrá tener una perspectiva más clara del enorme trabajo que todavía hay que hacer para poder empezar a transitar el camino de los autos sustentables por estas tierras.
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