Renegade, el que no se conforma. El que quiere siempre otra cosa. El que va en dirección opuesta. Incluso el que no sigue la línea que debería seguir por sus orígenes. Hay muchas formas de describir a un “renegado”, sin necesidad de caer en la definición que lo asocia con cuestiones religiosas. Cuando a comienzos de los años 70, nació la versión CJ de los clásicos Jeep, representando las palabras Civilian Jeep, apareció la identificación Renegade por primera vez. Era para describir una versión diferente o intermedia por su equipamiento y aspecto, no tan completa como el Laredo, pero mejor que la versión básica de un vehículo que había nacido para ser un todoterreno con propósitos militares, y por lo tanto, sin agregados que no fueran necesarios para ese uso.
Después llegó el sucesor, el Wrangler, y Renegade pasó a ser una versión de otros modelos de Jeep. Pero fue recién en 2014 cuando por fin se rindió homenaje a aquel nombre que hizo famosos a los Jeep. El mundo conoció un nuevo concepto. Había nacido el Jeep Renegade como primer vehículo producto de la fusión de Fiat y Chrysler, diseñado y producido conjuntamente entre Italia y EE.UU. Se presentó en el Salón de Ginebra en marzo y en el Salón Internacional del Automóvil de Nueva York en abril. El nuevo concepto era que se trataba de la primera incursión de Jeep en los SUV Compactos, también conocidos hoy como B-SUV.
Su diseño cautivó rápidamente a los amantes de la marca, pero también a los usuarios que empezaban a encontrar en estos autos de aspecto más aventurero, una oportunidad de dejar el clásico sedán o familiar, y tener un automóvil que les permitiera circular por las ciudades, y a la vez animarse también a salir del camino de asfalto con total tranquilidad. El éxito acompañó al menor de una familia que empezaba a expandirse por fuera de los bordes que la habían limitado históricamente.
Fabricado en Brasil, el auto entró al mercado argentino en 2016 con tres versiones: el Jeep Renegade Sport equipado con tracción delantera, motor E.torQ Evo 1.8 litros y 130 CV, y caja de velocidades manual de 5 marchas. El Renegade Sport Plus, con mayor equipamiento pero la misma mecánica. Y el Renegade Longitude, con motor Tigershark 2.4 litros de 184 CV, caja automática de 9 velocidades y tracción integral.
Después llegó la versión Sport Plus con caja automática de 6 velocidades, aunque manteniendo el motor 1.8 litros, y sobre finales de ese mismo año 2016, llegó el motor turbodiésel MultiJet de 2 litros y 170 CV para la versión Trailhawk, que pasó a ser la más equipada de las dos dotadas de tracción en las cuatro ruedas.
A cinco años del comienzo de su fabricación en la planta brasileña de Pernambuco, el Renegade ya había alcanzado las 350.000 unidades, y un año después, en noviembre de este año alcanzó “la cresta de la ola”, al llegar a 450.000 vehículos fabricados, cuando parece acercarse al momento de la renovación, que no será solo estética, probablemente para 2023.
Cerrando el año 2021, en el competitivo mercado argentino, el Jeep Renegade se ha convertido en el SUV compacto líder en ventas con 6.900 unidades, sobresaliendo en un segmento ultracompetitivo por la llegada de modelos de todas las marcas, y una clara elección de los usuarios por este tipo de vehículos con espíritu aventurero.
Y buena parte de este liderazgo debería asumirse como mérito de esa esencia de rebelde que viene desde el ADN de su diseño. La apuesta por el Renegade ha debido ser muy audaz porque su aspecto es de Jeep, y eso podía condicionarlo. Sin embargo, aún en la versión Sport, con un motor de buena potencia pero con respuesta menor a la esperada para 130 CV, un poco debido al peso de su carrocería, pero también a una caja manual de 5 marchas difícil de relacionar para que no quede ni corta ni larga, sigue siendo un vehículo suave para uso urbano, con la fuerza necesaria para salir del camino.
La caja automática de la segunda versión mejora notablemente ese pequeño déficit con una diferencia mínima en el precio de venta, y la versión de tope de gama resalta todas las cualidades con un motor de ágil respuesta y potencia final.
Para celebrar el éxito, nada mejor que una versión especial. El Renegade Aniversary llega para festejar los 80 años de Jeep, con un modelo identificado con emblemas distintivos, y detalles de equipamiento, sobre la base del motor 1.8 y la caja automática de 6 velocidades. Y para redoblar la apuesta, y seguir en la cima del mercado de SUV, la motorización diésel parece empezar a despedirse y se reemplazaría por la naftera turbo en versiones de 1.0 y 1.3 litros, dando el paso de modernidad motriz que hace falta para mantenerse actualizada.
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