Comprar una lata de hidrógeno en una estación de servicio, o incluso en un supermercado y con esa lata cargar una moto eléctrica impulsada por pila de combustible parece muy lejano a la realidad. Pero tal vez no lo sea tanto. De hecho, podría ocurrir ya en el 2023, al menos en Francia.
La moto existe, se llama Mob-Ion AM1, y la empresa que fabrica las “latas” de hidrógeno también existe, se llama Stor-H, y es una compañía francesa dedicada a brindar soluciones de hidrógeno, pero especialmente de haber desarrollado este nuevo concepto de un cartucho del tamaño de una lata de unos 750 cm3 de hidrógeno, que pueda recargarse o comprarse lista para usar, en distintos puntos de venta.
El estudio del proyecto comenzó hace varios años, cuando la movilidad eléctrica comenzó a crecer y mientras Mob-Ion nacía como una empresa dedicada a fabricar motocicletas sustentables, había lanzado la Mob-Ion TGT, completamente eléctrica. Stor-H, también francesa, entendió que la alternativa del uso del hidrógeno era una opción para movilidad sustentable no solo pensando en el transporte pesado, sino también en el más liviano, el de las dos ruedas.
Stor-H incluso va más allá. Ellos están convencidos que el hidrógeno envasado en cápsulas podría ser incluso el motor de una movilidad de automóviles urbanos, para lo cual han desarrollado un concepto integral que mostraron en un video que resume la idea y el desarrollo.
Las cápsulas están construidas con materiales que aseguran una gran resistencia, incluso a golpes, que es necesaria y fundamental para transportar una sustancia tan volátil como el hidrógeno.
Se podrían cargar conectando un dispositivo de carga hogareño que ellos mismos piensan desarrollar, pero que requiere energía eléctrica, o bien comprar en máquina expendedoras automáticas, dispuestas en almacenes, tiendas de comida o estaciones de servicio. La compra sería inmediata, con dos tamaños de cartucho posibles y se haría a través de una aplicación en un teléfono celular.
El sistema de recarga de los cartuchos vacíos lo haría la propia empresa en distintos puntos instalados cerca de las ciudades, a través de electrólisis, ya sea con electricidad de red o de hidrógeno verde, y la red de distribución sería similar a la de cualquier bebida que se vende en latas. Parece simple, el tiempo dirá cuánto o no, y la producción del hidrógeno verde será una de las claves, que hoy parece más compleja por el alto costo que tiene.
Sin embargo, el prototipo de la moto a hidrógeno que desarrollaron ambas empresas trabajando juntas ya se ha presentado este año, y se encuentra en fase de prueba en Francia. La idea es lanzar el scooter Mob-Ion AM1 en 2023, inicialmente en su país de origen, y en poco tiempo al mercado europeo. Para eso, Stor-H se encargará de fabricar los cartuchos, las máquinas expendedoras y crear la red de distribución completa durante 2022.
¿Cómo funciona el scooter a pila de combustible de hidrógeno?
Exteriormente se ve tal como cualquier otro scooter con un diseño retro, como hay muchos en el mercado. Esto se ve claramente al incorporar la luz delantera en el mismo manillar y un asiento en color contrastante con la carrocería. Pero la novedad está al levantar ese asiento.
Allí se verán dos tapas redondas en relieve y nada más. Esas tapas son la parte superior de los cartuchos, que se colocan como un tubo y se cierran con media vuelta de rosca. Una vez conectados, los tubos liberan el hidrógeno para dar carga a la batería, que será la responsable de generar energía al motor eléctrico del motovehículo.
Al ser considerado un scooter urbano, su velocidad está limitada a 45 km/h, al menos en Francia, aunque por la capacidad del motor de 3 kW, la Mob-Ion, en países donde la legislación lo permita, podrían equivaler a una moto de 125 cm3. En cuanto a su autonomía, los dos cartuchos cargados de hidrógeno, permiten que el scooter funcione 140 km, pero la gran ventaja del sistema de cartuchos, es que si fuera necesario tener más autonomía, con llevar uno o dos cartuchos cargados en una mochila, con solo sacar uno vacío y reemplazarlo por uno completo, la autonomía se extenderá.
Francia ha decidido dar impulso a esta tecnología como complemento de la anunciada y polémica intención de expandir la inversión en energía nuclear. El impulso al hidrógeno implicaría una gran inversión en fabricación de hidrógeno verde, y con ello, la posibilidad concreta y real de bajar su costo, que actualmente sigue siendo el “freno” que esta tecnología encuentra frente a la electricidad.
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