El sistema de conducción autónoma en los automóviles avanza lentamente en los países más desarrollados del mundo, y aun así, a cuentagotas. No solo por la falta de legislación respecto a responsabilidades en casos de accidentes, sino también porque es muy complejo compatibilizar una automatización con la libertad de movimientos que las personas están acostumbradas a tener.
Y mientras una semana atrás, Mercedes ha recibido la homologación de su sistema de conducción autónoma de Nivel 3 para circular solo en ciertos sectores de algunas autopistas de Alemania, otras empresas como la misma Tesla, todavía espera por una validación de su sistema Autopilot en ese país.
Con Tesla, hay cierta resistencia debido al modo en que la marca comunicó a los usuarios la implementación del Nivel 2, en el cual el conductor debe estar detrás del volante y atento al tránsito y los avisos del sistema.
A raíz de esa situación, se abrieron varias investigaciones respecto una serie de accidentes, aunque casi todos fueron provocados por la irresponsabilidad de sus conductores. Uno de los casos más representativos fue el de dos jóvenes que perdieron la vida en un accidente sobre un Model 3, ya que se habían sentado en el asiento trasero para grabar un video en el que se veía que nadie estaba detrás del volante, pero el auto requirió la intervención de una persona y no había ninguna al alcance del volante para evitar el impacto.
De todos modos, no todas las noticias son malas respecto a este sistema de Autopilot. En septiembre de este año, en Filadelfia, gracias a la conducción autónoma de un Tesla Model 3, una familia pudo recibir a un bebé que se adelantó a nacer, mientras se encontraban en camino al hospital. Es la historia de Yiran y Keating Sherry, quiénes se disponían a llevar a su hijo Rafa de 3 años al jardín de infantes, para luego ir al hospital, ya que la mamá estaba con fuertes contracciones y el nacimiento del segundo hijo de la pareja era inminente.
Pero Yiran rompió bolsa a mitad de camino, entonces Keating decidió dirigirse directamente al centro de salud, y para poder asistir a su mujer, programó en el sistema Autopilot del Tesla, el recorrido hasta el hospital. Cuando llegaron, la bebé ya había nacido, y solo tuvieron que cortarle el cordón umbilical.
La niña se llama Meave Lily, pero los padres confesaron que por un momento evaluaron ponerle el nombre de Tess, en homenaje al auto en el que nació, y a la tecnología que permitió que su papá pudiera ayudar a su mamá a llegar sana a este mundo.
¿Cómo fue que el automóvil se pudo conducir solo hasta el hospital si no está permitid0?
El sistema Autopiloto de Tesla permite quitar las manos del volante alternativamente, pero siempre tener la atención puesta en cualquier intervención que sea necesaria. Keating programó el trayecto, y le dio prioridad a asistir a Yiran, pero casi todo el tiempo tenía una mano en el volante y estaba pendiente de cualquier aviso o señal que emitiera el auto.
Lo que hizo en realidad el sistema, fue dejar que el automóvil tome las decisiones respecto al tránsito, pero no fue una conducción autónoma total, de hecho, lo que ocurrió fue que el auto asistió al conductor y no a la inversa. Pero cuando ocurren situaciones límites como esta, es cuando la atención suele irse del camino y se crea el escenario perfecto para un accidente.
En este caso Autopilot fue tomando el mejor camino para llegar más rápidamente y sus radares, cámaras y sensores, se aseguraron que el conductor pudiera prestar ayuda y contención a su esposa, a la niña que estaba por nacer, y a Rafa, que miraba toda la escena desde su asiento infantil en la parte trasera del automóvil.
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