Hace pocos días, y después de una espera mayor a lo imaginado, Toyota finalmente presentó su primer auto completamente eléctrico de nueva generación, el nuevo bZ4X, que es la punta de lanza de la serie Bz, sigla para definir la gama de autos sustentables eléctricos llamados “Beyond Zero”.
Al SUV que ya se conoció, se han sumado ahora otro SUV compacto, un urbano crossover, un sedán de tamaño medio y un segundo SUV de tamaño grande. El evento fue encabezado por el Presidente y CEO de Toyota Motor Corporation, Akio Toyoda, quién reafirmó en la oportunidad su conocido compromiso con la movilidad sustentable, que no solo incluye esta batería de autos eléctricos 100%, sino también los desarrollos basados en la utilización del hidrógeno para alimentar los motores. “Tenemos que reducir las emisiones al máximo, lo antes posible”, dijo el máximo directivo de Toyota.
Pero la presentación no era solo una muestra de la gama eléctrica, sino también el anuncio del plan que incluye el lanzamiento de 30 modelos 100% a batería de aquí al año 2030, y el plan de conversión de la marca Premium, Lexus, que pasará a ser única y totalmente eléctrica desde el año 2035.
Y como si todo eso no fuera suficiente para un solo evento, este fue también el punto de lanzamiento de una nueva gama de vehículos eléctricos dedicados para distintos usos. Se mostraron unidades pensadas para uso en off-road, urbanos, deportivos y otros de neto uso comercial como el e-pallette de la marca. La imagen de los prototipos combinando productos Toyota y Lexus fue una clara demostración de la acción que Toyota, por sobre los anuncios futuristas que algunas marcas de la industria, pero especialmente las conocidas Start-up vienen haciendo en los últimos años, muchos de los cuales nunca llegan a ser vehículos de producción.
Como ya es sabido, para Toyota el compromiso manifiesto de producir de manera sustentable es doble desde el comienzo. Por un lado con productos terminados como el Toyota Prius, presentado en 1997 como el primer vehículo híbrido eléctrico de producción masiva del mundo, y después con el plan de alcanzar la neutralidad en carbono en todo el ciclo de vida de sus vehículos, desde la fabricación y su disposición final.
“Si la energía que impulsa a los vehículos no es limpia, el uso de un vehículo electrificado, sin importar el tipo que sea, no resultaría cero emisiones de CO2″, explicó Akio Toyoda, haciendo referencia a la necesidad de bajar las emisiones contaminantes de las plantas de producción propias y de las de sus proveedores, pero también, recalcando la importancia de contar con energía eléctrica limpia para alimentar los autos eléctricos en el futuro. Si esa electricidad se produce a partir del carbón, como ocurre hoy en la mayor parte del mundo, el auto eléctrico ahorrará por un lado pero generará consumo extra por otro cada vez que se enchufa a la red eléctrica para recargar sus baterías.
Por eso en esta etapa, la estrategia de electrificación de Toyota incluye cuatro tecnologías: los vehículos híbridos, los híbridos enchufables, los vehículos eléctricos a batería y los vehículos de celdas de combustible de hidrógeno o FCEV. Cada una de estas tecnologías ofrece una solución diferente para reducir emisiones de CO2 y Toyota apuesta por todas, porque el plan es descarbonizar, del mejor método que sea posible.
“Vivimos en un mundo diversificado y en una era en la que es difícil predecir el futuro. Por lo tanto, es difícil hacer felices a todos con una opción única para todos”, concluyó el presidente de Toyota Motor Corporation, en la conferencia de prensa que sirvió para plantear una vez más la apertura a otros tipos de movilidad sustentable.
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