Así como lo hizo Ferrari presentando el 296 GTB en el juego de consolas Fornite, Porsche desde hace varios años está presente en el famoso Gran Turismo de Play Station. Es una nueva estrategia para empezar a generar vínculos con el usuario del futuro desde que empiezan a conducir virtualmente en simuladores o juegos en los que los automóviles son protagonistas de aventuras, escapes, persecuciones o simplemente carreras.
Sin embargo, por primera vez, una fábrica automotriz ha diseñado un auto que jamás existirá en la vida real y que solo ha sido creado para este tipo de juegos. Se trata del Porsche Vision Gran Turismo, que como su nombre lo describe, se podrá utilizar en la nueva versión del juego homónimo que se lanzará el próximo 4 de marzo de 2022, y que se podrá correr con PlayStation 4 y PlayStation 5.
El desarrollo el modelo es un trabajo conjunto del departamento de diseño de Porsche y la empresa Polyphony Digital, especializada en esta tecnología, y podría decirse que además de ser un auto virtual, es un diseño que rompe un poco las líneas tradicionales que identifican a la casa de Stuttgart, lo que permite inferir que quizás sea también un modo de testear cómo es aceptado un “Porsche distinto”.
De todos modos, el mensaje conceptual del automóvil tiene marcas Porsche identificativas de otros modelos, como la línea de luz LED en la cola, característica del 911 o la la caída del techo culminada en dos salientes como tiene el Porsche 918 Spyder.
Al habitáculo se ingresa levantando la superficie vidriada única en forma de cúpula ya que no hay puertas, algo que claramente permite exagerar algunas dimensiones solo por ser un auto virtual, aunque su altura es verdaderamente baja también, permitiendo el gran paso para sentarse en el interior.
Ya sentados en una de las dos butacas, la del conductor, el interior no tiene grandes accesorios ni pantallas como podría esperarse de un auto que es pura tecnología. El volante no es redondo sino un rectángulo redondeado en los extremos, con la sección inferior que entra hacia el núcleo pronunciadamente.
El tablero de instrumentos es una pantalla de cristal en la que exhiben los principales datos de funcionamiento, y no hay tablero más allá de esa superficie de señalización. Como si fuese un auto de carreras, desde esa zona del torpedo debajo del parabrisas, cuidadosamente forrada por una cubierta de materiales compuestos, se desprenden unas barras de fibra de carbono que descienden hacia el centro de ambas butacas, en las cuales se encuentran algunos marcadores más y la selección de los cambios.
Uno de los detalles que anuncian sus diseñadores es que en el habitáculo únicamente se han empleado materiales veganos en pos de una imagen de vehículo que mira hacia un futuro más ecologista.
Del motor eléctrico no se han dado especificaciones, que probablemente se conozcan antes de ser puesto a la venta con la nueva versión del Gran Turismo 7 a fines del primer trimestre del año próximo.
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