Ya retirado de las canchas, el mejor basquetbolista argentino de todos los tiempos tiene dos cualidades que lo hacen un prototipo perfecto de argentino emprendedor. Emanuel Ginóbili, “Manu”, por su nacionalidad y su profesión, tiene una capacidad para driblear la vida y los desafíos, completamente desarrollada. Las crisis económicas constantes de un país como Argentina podrían representarse perfectamente en un juego de basquetbol imaginario, y serían los adversarios entre los que se tiene que escurrir para llegar a encestar.
Mientras empieza su segunda carrera profesional como empresario, Ginóbili se muestra curioso y sumamente interesado por la tecnología. Hace un año, a través de un convenio con Renault Argentina, se transformó en embajador argentino de la pick up Renault Alaskan, la primera camioneta de una tonelada fabricada por la marca a nivel global, y como amante de la tecnología, tenía una materia pendiente: conocer la fábrica de Santa Isabel, en Córdoba, donde se produce la línea completa de Alaskan.
“Era importante para mí venir a conocer y visitar la fábrica. Luego de un año de manejar Alaskan y ya 4 años manejando Renault”, comentó mientras recorría la planta de producción.
Para Ginóbili, ser embajador de la marca es mucho más que un acuerdo comercial, porque sus emociones tienen una relación con Renault, como la de tantos argentinos, heredada de sus padres o abuelos. En esta planta, que produce desde 1955, se fabricaron los autos más emblemáticos de la historia de Renault, primero asociada a las Industrias Kaiser Argentina (IKA), como los modelos Dauphine, Gordini y Renault 4L, después con el mismísimo Torino, el gran auto argentino por excelencia, ya en la década del ‘70 con los nobles Renault 12 y desde los años ‘80, con la extensa lista de modelos exitosos que siguió escribiendo la historia desde el Renault 18.
“Ahora yo me subo a la Alaskan con mis hijos, como me acuerdo las vivencias que tuve con el R12 rojo de mi papá, yendo con todo el equipo. O con mi tío en la coupé Torino. Esos son mis recuerdos de la infancia ligados a Renault. Y ahora lo hago con mis hijos, que también tendrán sus recuerdos en la Alaskan en los médanos”.
Ginóbili recorrió la planta junto a Pablo Sibilla, presidente de Renault Argentina, y tuvo la posibilidad de conocer el proceso de fabricación de la pick up y de compartir un “Meet and greet” con colaboradores de Renault. Y su interés por la tecnología lo llevó a poner especial énfasis en los 120 robots que fabrican los 6 modelos que se producen en Santa Isabel, como así también en los carros guiados de manera automatizada dentro de las líneas de producción, a través de los cuales se conectan las necesidades de materiales que deben abastecer a cada área, o de la forma en que los operadores se manejan con tablets en los puestos de trabajo, además de formaciones con realidad virtual e impresoras 3D.
Actualmente, en Santa Isabel trabajan alrededor de 2.200 empleados y se fabrican los modelos Sandero, Stepway, Logan, Kangoo en sus versiones furgón y pasajero, y Alaskan. Desde 2015 a la fecha, la fábrica vivió un profundo proceso de transformación tecnológico, aunque también cultural, y hoy está al nivel de las mejores plantas de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi del mundo.
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