No pasaron muchos días desde que Tesla se transformó en la automotriz más exitosa en el mercado bursátil, y quedó en un nivel similar a Google y Apple. Gracias a esto, Forbes consideró que Elon Musk estaba muy cerca de convertirse en el posible primer trillonario del mundo. La compañía de alquileres de autos sin chofer Hertz anunció que tiene intenciones de comprar 100.000 autos eléctricos de la marca norteamericana, y los CEO de Volkswagen y Ford no tuvieron ningún problema en poner a Tesla como la marca de autos que está transformándose en la referencia de la industria automotriz.
Claro tantos golpes de escena, es natural que no a todos les resulte simpático, especialmente a algunos ejecutivos de marcas que se ven amenazados por el crecimiento de la compañía que ha sido precursora en vehículos eléctricos.
Quizás es por eso que Oliver Zipse, Presidente del Consejo de Administración de BMW, ha manifestado en un par de oportunidades, que Tesla no hace autos de segmento Premium. “Donde nos diferenciamos es en nuestro nivel de calidad y fiabilidad. Tenemos diferentes aspiraciones sobre la satisfacción del cliente”, dijo el alemán en una conferencia organizada por el periódico económico Handelsblatt, y que publicó Automotive News.
La primera vez que el ejecutivo alemán había insinuado esta idea fue a comienzos de año, y entonces no recibió demasiada atención. Pero ahora, cuando en septiembre el Model 3 acaba de erigirse como el auto más vendido de Europa y ha logrado por primera vez en la historia que un auto eléctrico se haya vendido más que cualquier otro de combustible fósil, que haya repetido la misma aseveración, motivó alguna respuesta.
Contrariamente a lo que se hubiera esperado, no fue Elon Musk quién lo hizo, sino el Jefe de relaciones con inversores de la marca, Martin Viecha, quien a través de su cuenta de Twitter ha mencionado algo respecto al verdadero rival de Tesla.
“Durante los últimos 5 años me han preguntado alguna versión de “y qué pasa con todos los competidores”, casi a diario. Más del 90% de los automóviles vendidos *este año* serán ICE (Internal Combustiuon Engine). Son los ICE los que pierden participación frente a *todos* los vehículos eléctricos competitivos. Es sorprendente que todavía no se haya comprendido esto”, dijo el ejecutivo, dando a entender que no les preocupa tanto lo que pueda pensar una persona de una marca en especial.
Definitivamente las cifras lo demuestran. Tesla vino a ocupar un espacio al que después se acoplaron otras marcas de automóviles eléctricos nativos, y clásicas compañías de la industria automotriz, que han decidido empezar con mayor o menor intensidad, inversión y plazos, la fabricación de autos eléctricos. Esto en realidad lo que termina siendo es una amenaza para toda la industria del automóvil basada en motores de combustión interna, ante un cambio de paradigma de la movilidad individual y colectiva de todo el mundo.
Y tal vez este sea un momento clave en esa pelea, porque si Tesla está reconociendo que más del 90% de los autos que se habrán vendido para fines de 2021, serán de motores impulsados por combustibles fósiles, es tiempo de unirse entre los “eléctricos” y no disputar una posición entre sí. Y haber comenzado a abrir a todas las marcas de autos a batería, el acceso a los Súpercargadores de la compañía norteamericana, es un claro gesto en esa dirección.
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