Paddy Lowe fue el director Técnico del equipo Mercedes AMG de Fórmula Uno entre el 2013 y 2017, años en los que la casa alemana ganó consecutivamente los últimos cuatro campeonatos de pilotos y constructores. Hoy está completamente alejado del mundo de las carreras desde hace ya dos años, luego de pasar por la escudería Williams en su último tiempo en la máxima categoría del automovilismo mundial. Su nueva ocupación es Zero Petroleum, una empresa que fundó junto a profesor Nilay Shah, Jefe de Ingeniería Química del Imperial College London.
Zero Petroleum es una compañía dedicada exclusivamente a la fabricación de combustibles sintéticos, es decir, aquellos que se producen utilizando energía renovable, tanto sea eólica como solar, y procesos industriales eficientes como captura de carbono, electrólisis, reacciones térmicas, y que no son lo mismo que biocombustibles o combustibles elaborados únicamente a partir de residuos.
El proceso consta de una primera etapa en la que se extrae el hidrógeno del agua, para luego ir a la etapa en la que se combina con el dióxido de carbono capturado de la atmósfera, para crear combustibles “directos” que sustituyan por completo a los combustibles fósiles.
Así, se pueden reemplazar a los combustibles que generan gases de efecto invernadero sin tener la necesidad de adaptar la infraestructura de distribución o el diseño de los motores de combustión interna. En principio, esta es una tecnología crucial para sectores en los que la electrificación no es actualmente una opción, como la aviación, la agricultura y una amplia gama de vehículos de alto rendimiento, aunque cuando se haya desarrollado más, con una reducción de costos de producción proporcional a ese desarrollo, podrá ser un combustible que se pueda utilizar en los automóviles, tal como planea hacer la Fórmula 1 desde el año 2026.
Pero del laboratorio al motor combustión interna, había que desandar un camino inevitable, y eso es lo que ha ocurrido el pasado 2 de noviembre, cuando por primera vez, se puso en funcionamiento el motor de un avión de dos plazas, para que haga un vuelo alimentando su motor únicamente con combustible sintético. El evento, que obtuvo el Premio Guinness Record por ser el primero en su tipo, fue en el aeropuerto de Cotswold, Cirencester, sobre una aeronave Ikarus C42 impulsada por un motor Rotax 912UL de 4 cilindros refrigerado por aire. Ni el avión ni el motor debieron ser modificados para la realización del vuelo. El vuelo se inició a las 11:30 y culminó a las 11:51 am.
El proyecto se denomina MARTIN y comenzó en junio de 2021. Zero Petroleum y su socio tecnológico IGTL Technology, se unieron para diseñar y construir una planta de producción en un tiempo récord en Peterhead, para la producción del combustible de aviación ZERO SynAvGas. La producción comenzó en el mes de septiembre de 2021.
“Este proyecto único con la Royal Air Force demuestra la validez de nuestro combustible sintético y la potencial que tiene para eliminar las emisiones de CO2 fósil de una serie de sectores difíciles pero críticos, incluyendo transporte que actualmente representa el 23% del total mundial. Esta gasolina de aviación de alto grado se desarrolló en solo cinco meses y funcionó con éxito en la aeronave como una mezcla completa sin ninguna modificación en la aeronave o el motor”, dijo Paddy Lowe.
Y es cierto, una de las mayores críticas que ha recibido la Comisión Europea respecto a su proyecto de electrificar la fabricación de automóviles para 2035 en Europa, y de alcanzar el nivel de emisiones contaminantes cero para 2050, es que la industria aeronáutica contamina tanto o más que la automotriz. Entre los proyectos para prohibir los vuelos locales de menos de 500km en los que exista el tren eléctrico como opción de transporte, y los incipientes desarrollos de aviones pequeños impulsados por baterías o pilas de combustible de hidrógeno, esta propuesta de combustibles sintéticos parece abordar el problema de la contaminación de los aviones con mayor profundidad.
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