La compañía sueca Northvolt ha dado un primer indicio de algo que podría aliviar a buena parte de la industria automotriz, al presentar la primera batería fabricada completamente con materiales reciclados de otros acumuladores que han quedado fuera de servicio.
Pero además de ser una posible solución, esta noticia generaría un eventual cambio de mirada para muchos críticos de la nueva movilidad sustentable a través de los autos eléctricos, que constantemente cuestionan la contaminación que provocarán las baterías al final de su ciclo de vida útil.
Si bien se han iniciado proyectos de reciclado de los componentes en muchas compañías propias y asociadas al mundo del automóvil, lograr que las celdas de una batería nazcan totalmente de las partes desechadas de otras, es sin dudas un gran avance. Y lo ha hecho Revolt, el departamento de reciclaje de la empresa sueca, al producir su primera celda de batería de iones de litio con el 100% de los materiales de níquel, manganeso y cobalto empleados en dispositivos desechados, son completamente reutilizados.
Esto permite decir que el 95% de la batería es reciclada, no el 100% porque lo que se está reciclando es la celda, y no la batería completa. Sin embargo, este sigue siendo el aporte más trascendente, porque precisamente son esas materias primas minerales las que el mundo necesita reciclar sí o sí.
Una de las primeras marcas que comenzó este mismo proceso, y que prometió presentar sus productos para este mismo fin de año, es Ultium Cells LLC, una empresa formada conjuntamente por General Motors y LG Energy Solution, que anunció en mayo pasado, la firma de un acuerdo con Li-Cycle, para reciclar los materiales de las baterías, incluidos el cobalto, el níquel, el litio, el grafito, el cobre, el manganeso y el aluminio. Eso implica que el 95% de esos materiales podrá utilizarse en la producción de nuevas baterías o para industrias adyacentes.
En el caso de Northvolt, la compañía automotriz directamente relacionada a este desarrollo es Volkswagen, que invirtió en junio pasado para hacerse con el 20% del paquete accionario de la empresa.
Los suecos aseguran que el rendimiento de esta batería está completamente igualado al que presenta una celda fabricada con materiales nuevos. Los metales más relevantes, como el níquel, manganeso y cobalto, se recuperaron a través de un tratamiento hidrometalúrgico de baja energía, que utiliza una solución acuosa para aislar los metales y separarlos de las impurezas.
Ahora viene la segunda etapa del desarrollo, que es montar Revolt Ett, la factoría en la que se hará la producción de este tipo de baterías recicladas, en la que se espera reciclar unas 125.000 toneladas de baterías por año. La fábrica comenzará a construirse a comienzos de 2022 y se espera tenerla produciendo para finales de 2023.
La tarea principal de esa fábrica será la de reciclar los elementos principales de las celdas, como son el níquel, manganeso y cobalto, y en menor escala, cobre, litio, aluminio o plástico, que provendrán desde baterías que ya hayan agotado su vida útil en un automóvil, y también de desechos de la propia fábrica principal de baterías nuevas de Northvolt.
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