Alfa Romeo Giulia, un clásico moderno que transmite emociones únicas

El Alfa Romeo Giulia es la saga de automóviles más icónica de la marca italiana. Entre 1962 y 1978, se vendieron más de un millón de unidades en varias versiones, y fue este auto el que le dio vida a los conceptos de “Meccanica delle emozzioni” y “Disegnato dal vento”. Fue uno de los primeros autos medianos del mundo que adoptó motores potentes. Así nació el mito.

“La nueva Giulia”, como le dicen en Italia, nació para presentarle batalla a las grandes berlinas deportivas alemanas que copaban un segmento muy especial, en el que los automóviles tienen que lograr el difícil equilibrio de entregar confort, modernidad, performance y estilo.

En nuevo mercado se ofrece en tres versiones. El Giulia Quadrifoglio 510cv, con un motor 3 litros V6 que entrega esa potencia, el Giulia Veloce, dotado de un motor 4 cilindros y 2 litros alimentado por turbo, con tracción integral y 280 CV, y el Giulia Distinctive, el más vendido, con el mismo motor en otra especificación que genera una apreciable potencia de 200 CV.

Esta última versión, que es la que probó Infobae, transmite todas las sensaciones que se esperan de este clásico deportivo moderno. En términos de performance de motor, el Giulia Distinctive alcanza los 230 km/h y logra una aceleración de 0 a 100 km/h en 6,6 segundos. Pero esos son números fríos, que se pueden leer en una ficha técnica. Lo que se puede apreciar conduciéndolo, es mucho más trascendente.

Y eso se puede reflejar en el éxito que ha tenido desde su nacimiento. El nuevo Giulia ha ganado premios como el “Best Brands” en diseño de Auto Bild en 2020 y 2021, el premio “Best Car” de Auto Motor und Sport en cuatro de los últimos cinco años, y el primer lugar en cuatro categorías de la revista Sport Auto.

Diseño italiano, elegancia, deportividad, sencillez y respeto al reparto de pesos de 50/50 son los cimientos del nuevo Giulia. El diseño y la elegancia son características innegociables de un Alfa Romeo. La imagen de líneas fluidas y armónicas comienza desde los clásicos Trílobo y Scudetto en el frente, que son los puntos de partida de los músculos de toda la carrocería. En el remate, las luces traseras y las salidas de escape cierran con estilo, un diseño basado en eficiencia aerodinámica.

La deportividad está en el ADN de la marca, y justamente es el nombre que adquiere el sistema por el cual se puede seleccionar el modo de conducción, aunque usando, como un juego de palabras, la sigla en inglés DNA. Lo que representan las tres letras, más allá de la genética de un Alfa Romeo, son las opciones Dynamic, el modo deportivo por excelencia; Natural, que equivale al modo normal de conducción; y All weather, que combina eficiencia con un reparto inteligente de sistemas de asistencia electrónica para asegurar maniobrabilidad en condiciones de baja adherencia.

Pero si deportividad es la palabra, hay que hablar del sistema Dynamic. Y la mejor forma de explicarlo es decir que al activarse, la sensación de la de haber cambiado de auto con solo girar la rueda de selección de la consola central. La dirección adquiere una sensibilidad mayor por la reducción de la servoasistencia, los frenos se precargan con el sistema Pre-Fill para frenadas de emergencia, y el motor adquiere un nuevo mapa de funcionamiento electrónico que acorta la elasticidad y permite llegar a más RPM pero a la vez hacerlo en menos tiempo. Las sensaciones son únicas, con una respuesta de la dirección corta y precisa, y un motor ágil que aprovecha los 8 cambios para acelerar con torque todo el tiempo.

En este modo se pueden reconocer dos grandes virtudes del Giulia en la posición de manejo. Una está en el modo de tomar el volante. Es muy común que el conductor, aunque sepa que no es lo correcto, busque descasar el codo de su brazo izquierdo en el apoyabrazo de la puerta. Pues, Alfa Romeo ha diseñado el panel de puerta de modo tal que intentar hacerlo resulte incómodo. Por el contrario, el auto promueve que la mejor manera de estar confortable manejando sea con los brazos en la posición correcta sobre el volante.

El otro detalle está en las “bieletas” para hacer los cambios manualmente. Están dispuestas una a cada lado de la columna de dirección y no sobre el volante mismo, pero además, tienen un largo tal que permite que aún si el conductor está en una curva, separar los dedos del volante y accionar la marcha ascendente o descendente que haya elegido, sea una tarea simple y segura. Con este sistema no hay posibilidades de distracción buscando la selectora como puede suceder si las paletas estuvieran adosadas al volante y giraran con él.

Por último, para hablar de los pilares sobre los que se diseñó el Giulia, hay que hablar del reparto de peso 50/50, que es fundamental para permitir esas sensaciones que se perciben al volante. Y buena parte de la responsabilidad del equilibrio de peso entre ambos trenes, está en haber regresado con este modelo a la tracción trasera en Alfa Romeo. Esto permite que el auto tenga el aplomo que se necesita para lograr precisión y confort de marcha. Y parte de ese equilibrio está en la reducción de peso de algunos elementos como capot y las puertas construidos en aluminio, o el eje cardánico en fibra de carbono, que solo pesa 7 kg.

Pero para ser un cásico moderno, este automóvil incorpora todas las herramientas tecnológicas que la electrónica brinda en el siglo XXI. Y otra vez Alfa Romeo decidió redoblar la apuesta, y desarrollar sus propios sistemas aún más evolucionados que los conocidos.

El primer sistema se denomina IBS, y se trata de una combinación del conocido control de estabilidad con el control de frenado. Esto le permite evitar la clásica vibración del pedal de freno cuando actúan los clásicos ABS, y optimizar el peso repartido en las cuatro ruedas electrónicamente. Gracias al IBS, el Giulia logra detener la marcha de 100 km/h a cero, en apenas 38,5 metros, con una estabilidad asombrosa.

El otro sistema de tecnología exclusiva Alfa™ es el Active Torque Vectoring, que permite una distribución óptima del torque entre ambos semiejes traseros a través de dos embragues mecánicos controlados electrónicamente. Este sistema mejora la tracción y el control del auto a todas las velocidades y en todo tipo de superficies.

El Alfa Romeo Giulia tiene 5 estrellas en Euroncap, lo que asegura una conducción intuitiva, minimizando riesgos y situaciones de peligro. Se destacan por su funcionamiento y precisión, el Aviso de abandono de carril (LDW) y control de velocidad crucero con limitador de velocidad, pero es especialmente destacable el sistema de Aviso de colisión frontal (FCW) con frenado de emergencia autónomo (AEB). Cuando el radar situado en el espejo central detecta un peatón que puede entrar en zona de colisión, los sistemas de frenado se preparan con un acercamiento de las pastillas al disco de freno. Al mismo tiempo, una alarma sonora y visual aparece en el tablero, y si el sistema detecta que el conductor no acciona los frenos como debería hacerlo de acuerdo a la velocidad a la que se está circulando, el auto frenará automáticamente a cero, con una firmeza y efectividad digna de sorpresa.

Finalmente, queda hablar del confort y equipamiento de a bordo. Desde los asientos, y el tablero, cada pieza tiene un diseño y un estudio de funcionamiento. Desde los clásicos relojes de velocidad y RPM, hasta los comandos del equipo de sonido e infoentretenimiento, los comandos son sencillos y precisos. Se vuelve a destacar un detalle. La pantalla central del tablero no es táctil por elección de Alfa Romeo. Un control tipo rueda horizontal en la consola central, con los movimientos conocidos de un mousse y dos botones laterales, permite navegar por la pantalla con facilidad, sin tener que estirar el brazo ni mover el cuerpo de la butaca para elegir una opción. A su lado, un comando similar regula todas las funciones de la radio con la misma comodidad de accionamiento.

En realidad, la conclusión que surge de cada detalle de este Alfa Romeo Giulia, es que se trata de un automóvil concebido para que el conductor disfrute su ADN en el volante, con el confort y la tecnología al servicio del placer y la seguridad. La cosa mágica que sucede al llegar a destino, es que uno no se quiere bajar.

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