Dicen que Amsterdam es la ciudad con mayor cantidad de bicicletas de Europa y que eso se debe a que en los Países Bajos, la conciencia medio ambiental es una de las más altas del viejo continente. Esto, tal vez, se contrapone con la explosión mediática de Max Verstappen, quién pelea por su primer campeonato del mundo de Fórmula 1 contra Lewis Hamilton, y este año, con el regreso del Gran Premio de Holanda en Zandvoort, eso se pudo comprobar con una verdadera marea naranja en las tribunas los tres días de acción en pista. De todos modos, el dato curioso es que, según los organizadores, el 75% de los asistentes a la carrera, lo hicieron en bicicleta.
Pero en Países Bajos también se creó y se presentó en julio de este año, el Lightyear One, un automóvil de formas futuristas que tiene motores eléctricos que se abastecen de energía a través de un techo completamente formado por paneles solares. El automóvil consiguió una marca récord dentro de un circuito de Alemania, de 710 km solo con su carga de energía solar almacenada en baterías.
Evidentemente, los famosos molinos holandeses no son una casualidad. Desde sus orígenes, los habitantes de los Países Bajos se las ingeniaron para aprovechar la energía de la naturaleza para sobrevivir, ya que esos molinos se usaban para mantener a flote sus tierras y sus cultivos, en un terreno que le habían ganado al mar.
En septiembre de 2020, un grupo de 22 estudiantes de la Universidad Tecnológica de Eindhoven, se propusieron mostrarle al mundo lo que hoy ya es posible hacer para una movilidad libre de emisiones contaminantes basadas en la energía solar. El grupo es parte del Solar Team Eindhoven, un equipo que renueva constantemente parte de sus integrantes, y del cual salieron cinco de los creadores del Lightyear One antes mencionado, entre muchos otros proyectos.
La idea tomó forma en dos meses. Querían crear una casa rodante que solo se alimentara de energía fotovoltáica y que pudiera recorrer la distancia que fuera, simplemente con la carga de energía solar almacenada en sus baterías.
El vehículo tenía que tener las comodidades necesarias para poder hacer un viaje para dos personas, con los servicios mínimos indispensables, como una cama, una cocina y un baño, pero a la vez debía ser lo más liviana posible y tener la suficiente superficie como para poder montar muchas pantallas de recolección de energía solar. También tenía que tener un buen coeficiente aerodinámico, porque cuanta mayor fuera la fricción contra el viento, más energía consumiría y por lo tanto, menos autonomía podría lograr.
Entre noviembre de 2020 y marzo de 2021, se hizo el trabajo de diseño y selección de materiales y componentes. Y desde marzo a julio, con el aporte de patrocinantes que se vieron motivados a contribuir con el proyecto, se construyó el Stella Vita.
Mientras comenzaban las pruebas, se tramitaron los permisos para poder circular por vía pública, y en septiembre de 2021, todo quedó aprobado y el vehículo fue homologado para ser utilizado por calles y rutas.
El Stella Vita está construido con materiales livianos, montado sobre una estructura tubular que le da rigidez y forma, y tiene una superficie extensible de techo del cual salen dos paneles de pantallas solares suplementarios que llevan la superficie de recolección de energía solar a 17,5 metros cuadrados, exactamente el doble de la superficie del techo cuando está circulando por las calles.
Normalmente, el vehículo puede viajar hasta 600 km con su batería de 60 kWh cargada a full, incluso de noche y cuando está nublado. Pero en un día de sol brillante, su autonomía crece 130 km más, llegando a 730 km totales. Esa autonomía se consigue viajando a velocidades promedio de 80 km/h con picos de hasta 120 km/h.
Una vez estacionado, en modo de casa rodante, los usuarios pueden rastrear su consumo de energía utilizando el sistema de información y entretenimiento integrado en el automóvil. Gracias a esta herramienta, se puede monitorear cuánta energía está llegando del sol y cuánta energía hay en la batería. Y el mismo sistema tiene programados los consumos de distintas utilidades, de modo que se puede decidir si se quiere cocinar, mirar TV o jugar con una consola, o simplemente leer un libro con una luz que alcance y nada más. La administración del recurso es muy importante y está a disposición constantemente para poder hacer un uso inteligente de la energía.
Para demostrar la autonomía y la funcionalidad del Stella Vita, los creadores se propusieron hacer un viaje que llevará algo más de un mes atravesando buena parte del continente europeo. El 19 de septiembre empezó la aventura en la ciudad nativa del vehículo, Eindhoven y el objetivo es llegar sin tener que cargar nunca las baterías artificialmente, hasta la localidad de Tarifa, considerada la ciudad más al sur de la Europa continental, en el Estrecho de Gibraltar. Será un trayecto de 3.000 kilómetros, que piensan realizar con vehículos de apoyo, a razón de unos 300 km por día. A lo largo del viaje, el equipo de Solar Team Eindhoven fue dando conferencias, y deteniéndose algunos días para hacer revisaciones técnicas y mecánicas del vehículo, lo que ha generado un atractivo extra para la travesía. Hay un nuevo camino que se está iniciando.
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