Probablemente muchos conozcan la marca Ineos a partir de ver su logotipo en el Mercedes de Fórmula 1 de Lewis Hamilton en los últimos años. Ahora la empezarán a escuchar o ver un poco más seguido. Ineos es una compañía dedicada a la industria química, nacida para comprar la división de productos químicos de la británica BP en 1995. Tres años más tarde, el nombre de la compañía pasaría a ser el acrónimo de su significado, y así Inspec Ethylene Oxide Specialities se transformó en la actual empresa.
En 2017, cuando la empresa ya había crecido a punto tal de ser la segunda más grande de Inglaterra y tener un plantel de 22.000 trabajadores, sus dueños, Sir Jim Ratcliffe y John Hollowood, crearon Ineos Automotive, con un solo objetivo muy específico: desarrollar el vehículo 4x4 que heredara el espacio vacante del Land Rover Defender.
El automóvil, más bien un todo terreno extremo con formas cuadradas y rústicas que permitan emular al 4x4 que Land Rover dejó de fabricar en 2015. Se llama Ineos Grenadier, y tal cual fue anunciado, se comenzaría a fabricar en 2022, con dos versiones de motor, ambos BMW, uno naftero turbo y uno diésel, ambos de 6 cilindros en línea. Hasta aquí todo en orden y dentro de los plazos estipulados.
Pero la vertiginosidad con la que el mundo del automóvil ha cambiado en el último tiempo, ha generado un retoque tecnológico para el proyecto de Ineos Automotive. Y la propia industria química, madre de la compañía lo ha percibido a tiempo.
Hace casi un año, en noviembre de 2020, Ineos e Hyundai firmaron un acuerdo para desarrollar la producción y la infraestructura de abastecimiento de hidrógeno para sus vehículos, dejando abierta la posibilidad de no solo abastecer a Hyundai de esa tecnología, sino también de generar una versión del Grenadier pila de combustible de hidrógeno. Y el momento de hacerlo ha llegado ahora, porque Ineos Automotive ha anunciado que los primeros prototipos del Grenadier de hidrógeno comenzarán sus pruebas a finales de 2022 con la pilas de combustible de Hyundai.
El cambio de postura y de visión de los combustibles del futuro es tal, que ahora, Ineos ha lanzado una campaña en el Reino Unido para promocionar el hidrógeno y sus beneficios en diversas aplicaciones, anunciando su intención de invertir más de 2.000 millones de euros en la producción de hidrógeno verde para toda Europa.
La compañía inglesa, a través de su filial INOVYN, es el mayor operador europeo de electrólisis, la tecnología para producir hidrógeno con energía renovable, que actualmente produce aproximadamente 400.000 toneladas de hidrógeno al año, los que se emplean en la generación de energía, el transporte y para la desulfuración en las refinerías. En otras palabras, Ineos se está posicionando como un perfecto actor de la producción, transporte, almacenamiento y ahora también consumidor de hidrógeno.
Pero con una mirada global, en la que claramente quieren ser la mejor opción, uno de los dueños de Ineos, Sir Jim Ratcliffe, ha llamado los gobiernos europeos a tomar mayor protagonismo en la creación de un marco adecuado para esta tecnología. “La infraestructura, claramente crítica, necesita el impulso gubernamental en materia de legislación e inversión. El gobierno alemán está muy avanzado, con 9.000 millones de euros comprometidos y más de 200 estaciones de servicio operativas. El gobierno del Reino Unido aún no se ha puesto manos a la obra, pero esperemos que pronto lo haga. El Reino Unido sólo cuenta con un puñado de surtidores de hidrógeno en la actualidad”, dijo quién es considerado por Forbes, como el hombre más rico del Reino Unido.
Ineos, además ha comprado el 33% del paquete accionario del equipo Mercedes de Fórmula 1 apenas a fin de año pasado, con lo que también habrá que ver cuál es el objetivo de fondo que persiguen, ya que ante la nueva normativa de motores que entrará en vigencia en 2026, la máxima categoría del mundo del automovilismo, mantendrá los motores a explosión pero impulsador por combustibles sintéticos. Entonces, no sería extraño que, conociendo ese rubro como muy pocos actores, los planes de Ratcliffe y Hollowood, sean también convertirse en proveedores del salvoconducto para los dos billones de autos que en todo el mundo, podrían quedar inutilizados si no se desarrolla el e-fuel en la próxima década.
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