Renault ha dado el primer paso hacia la utilización del hidrógeno como modo de generar energía para los motores eléctricos de un vehículo de transporte mediano. Lo hace a través de la empresa HYVIA, conformada al 50% con la compañía especializada Plug Power, para desarrollar este sistema de propulsión conocido como pila de combustible de hidrógeno.
Más allá de los proyectos de Toyota (Mirai) y BMW (iX5 Hydrogen), que aplican esta forma de alimentar sus motores eléctricos en automóviles o SUV, el resto de los proyectos relacionados con el hidrógeno que hay en la industria, están relacionados con vehículos pesados, como camiones o buses, y parte de la explicación está en los depósitos del hidrógeno que deben cargar, y que además de peso, requieren especialmente mucho espacio.
Renault ha planteado el tema con una gama de productos, que comenzarán a comercializarse en Europa ya en 2022 con este primer furgón, que han llamado Renault Master Van H2-TECH, y que será el más pequeño de la línea con 12 m2 de capacidad de carga, ya que luego vendrán el Master Chassis Cab H2-TECH, con 19 m2, y el Master Citybus H2-TECH, que será un minubus con capacidad para 15 pasajeros.
El Renault Master Van H2-TECH mantiene la arquitectura del Renault Master convencional con la salvedad de haber retirado el motor de combustión interna diésel, que fue reemplazado por motores eléctricos cuyos datos aún no fueron revelados, que se alimentan de una batería de 33kWh y cuatro tanques de hidrógeno de 1,5 kg cada uno, que sumados permiten cargar 6 kg del gas comprimido a 700 atmósferas. Según Renault, este Master Van H2-TECH tendrá una autonomía de 500 km, el Master Chassis Cab H2-TECH podrá realizar 250 km con una carga de hidrógeno, y el Master Citybus H2-TECH, 300 km.
Este es el gran punto crítico del hidrógeno justamente. El gas, cómo cargarlo y cómo almacenarlo. Entonces, para ello, HYVIA no solamente está desarrollando los vehículos propulsados a pila de combustible de hidrógeno, sino también producirá las hidrogeneras, como se las denomina a las estaciones de carga propias para alimentarlos.
Esta estación de recarga de hidrógeno estará disponible en 700 bares o atmosferas de presión, lo que asegura un tiempo de repostaje de cinco minutos, equivalente al que lleva hoy completar el tanque de combustible de un auto con motor a explosión. Los vehículos pesados, que tienen mayor capacidad para llevar tanques más voluminosos, no necesitarán comprimir tanto el hidrógeno, y por eso, en las hidrogeneras también estará disponible la carga de 350 atmósferas. Esa sí es una gran ventaja del hidrógeno frente a los autos eléctricos, que solo en súper cargadores, con un precio mucho mayor, y reduciendo la vida útil de las baterías, podrían cargar el 80% de sus acumuladores en unos 8 minutos.
Renault y HYVIA aseguran que estos puntos de recarga, permitirán suministrar el hidrógeno in situ, mediante el proceso de electrólisis del agua que se hace en las propias máquinas. El sistema se encarga de comprimirlo para almacenarlo antes de dispensarlo en los tanques de hidrógeno de los vehículos o de cargarlo en camiones para su distribución a granel.
El proyecto integral es crear un ecosistema completo en base al hidrógeno, que incluye además la producción de hidrógeno verde a través de los electrolizadores, y la distribución con estas estaciones de carga llamadas hidrogeneras. El ciclo se cierra produciendo la gama de vehículos comerciales de pila de combustible de todos los segmentos.
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